—Tú, síguelo. Dime a dónde va. Si sale del pueblo, infórmame inmediatamente —dijo Joshua con voz sombría a su sirviente que lo seguía.
El sirviente asintió en silencio y comenzó a seguir a Abel desde la distancia.
—Haré que te arrepientas de lo que sucedió hoy —Joshua sabía que Zach era un Caballero Novicio de rango cuatro. No sería fácil encontrar a alguien que lo asaltara. Además, él era el heredero del Caballero de Bennett. Las consecuencias de molestarlo podrían ser muy graves.
No su hermano menor, sin embargo. Abel era un herrero. No importaba cuán talentoso fueras, o si eras seguidor del Maestro Bentham. Al final del día, seguías siendo un herrero, y a nadie le importaría si morías.
Joshua no sabía que solo estaba avanzando más por un camino sin retorno.
Después de que Zach ganara su apuesta, algunos hombres se preparaban para una celebración en un restaurante lujoso. Pero Abel no fue con Zach. Cuando llegaron a la Ciudad de la Cosecha, se separó del grupo ya que quería comprar algo.
Abel contó las monedas en sus bolsillos. Además de las 20 monedas de oro que originalmente tenía, también estaban las 50 monedas de oro que el Caballero de Marshall le había dado para entretenimientos en la Ciudad de la Cosecha. Había un total de 70 monedas de oro, y decidió gastarlas todas en 138 pequeñas gemas. Sin embargo, para evitar atraer atención, fue a 4 joyerías diferentes para comprar esas gemas.
Su cartera parecía desinflada. Solo quedaban dos monedas. Aún así, Abel ya no tenía el valor de usar su Cubo Horádrico en las calles abiertas. Entonces, encontró un hotel, reservó una habitación individual y usó el cubo Horádrico para combinar lentamente las gemas.
Fue como un paseo por el parque. En poco tiempo, Abel había combinado las gemas en 20 gemas rojas y 26 gemas azules.
Abel intentaba recordar la fórmula de combinación del Cubo Horádrico mientras miraba las gemas. Se preguntaba en qué categoría de oscuridad 2 estaban las gemas que acababa de combinar. Mientras seguía mirando, de repente tuvo una idea. ¿Por qué no combino dos esta vez?
—Sacó 3 gemas azules y las puso en el Cubo Horádrico para combinar de nuevo. Cuando lo sacó, se había convertido en una gema azul grande, redonda y transparente con innumerables cortes en el lado.
«Vamos a intentar subir de nivel otra vez», pensó Abel. Transformó las 6 gemas azules restantes en 2 gemas azules grandes más. Luego puso las 3 gemas azules grandes en el Cubo Horádrico y presionó combinar. Esta vez se había convertido en una gema en forma de gota. Abel estaba seguro de que esa era. Esta era la gema azul perfecta, la gema azul definitiva en Diablo 2 se veía exactamente así. El Cubo Horádrico había transformado forzosamente las gemas azules en las de la configuración del videojuego.
La gema en forma de gota brillaba en un tono de azul que reflejaba un toque de melancolía. Mientras Abel la miraba en su mano, no planeaba vender tal perfección. El Cubo Horádrico poseía el gran poder de combinar esas gemas perfectas, lo cual era razón suficiente para que Abel fuera extremadamente cuidadoso durante el proceso de venta de esas gemas azules normales. Afortunadamente, la Ciudad de la Cosecha era una región muy desarrollada. No era difícil encontrar gemas de tal calidad.
Once mil monedas de oro. Aunque esa era la cantidad por la que Abel había vendido sus gemas, no había forma de que llevara tanto efectivo encima. Así que, fue al Santuario de la Diosa de la Riqueza y cambió parte de él en monedas de unidad cien. Las echó todas en el Cubo Horádrico, afortunadamente solo mostraba un solo dígito, por lo que no ocupaba ninguna rejilla. Pero cuando decidió sacarlas, se convirtieron en cien ganancias. Qué conveniente.
Las monedas de unidad cien eran más comúnmente usadas en bancos grandes. Eran un poco más grandes que las monedas de oro normales y llenas del grabado de cada diosa de protección. Estos grabados de diosas necesitaban pasar por el santuario para hacerse, así que estas monedas de unidad cien eran muy seguras.
Con una mirada alegre en su rostro, Abel comenzó a planear cómo podría gastar todo este dinero. Poco sabía que alguien lo había estado acechando todo este tiempo. Curiosamente, no había sido un buen día para el sirviente de Joshua, quien había pasado todo el día siguiendo a un joven que simplemente nunca dejaba de caminar. Había estado en casi todas las joyerías de la Ciudad de la Cosecha montando su caballo y a estas alturas, el sirviente estaba casi demasiado cansado para continuar. Solo deseaba que Abel pronto encontrara un lugar para descansar.
Sobre su cabeza había un letrero que decía Tienda Boutique de Edmund. Este letrero familiar hizo que Abel no pudiera evitar recordar la poción condensadora de Qi que había comprado en la tienda boutique de Edmund. Ya había usado toda la poción condensadora de Qi que tenía, pronto estaría atacando el nivel de caballero. Si entrenara lentamente por sí mismo, le habrían tomado años de esfuerzo hasta que pudiera haber condensado suficiente Qi en su núcleo.
Después de usar la "poción condensadora de Qi" del maestro, había subido de nivel por 2 niveles. Abel siempre había preocupado si había algún problema al avanzar por los niveles con tal velocidad. Porque inmediatamente había subido de nivel por 2, que no era lo que había esperado. Resultó que los fármacos no eran la única manera de subir de nivel en periodos cortos. Había otras opciones. Había bastante evidencia de que esto era cierto, ya que ni el Maestro Bentham ni el Caballero de Marshall se sorprendieron al ver lo rápido que había alcanzado otra epifanía. Si acaso, no parecían sorprendidos de ninguna manera, lo que potencialmente podría significar que había un suplemento alternativo para su entrenamiento.
Según el conocimiento de Abel, si no había ningún problema al subir de nivel con otros métodos, tomar la "poción condensadora de Qi" sin efectos secundarios definitivamente no debería ser demasiado perjudicial para él. Dicho esto, probablemente ahora era un buen momento para abastecerse de suministros.
En el momento en que Abel entró en la tienda boutique de Edmund, una voz familiar salió a saludarlo.
—Bienvenido a la tienda boutique de Edmund, ¿en qué puedo ayudarlo hoy? —la voz tartamudeó ya que su dueño no esperaba la visita de Abel—. ¡Oh, bienvenido! No esperaba verte aquí, joven y apuesto caballero.
—¡Sra. Yvette! ¿Qué hace aquí?
—Me ascendieron de Fort Lee a la vicegerente de la Ciudad de la Cosecha —dijo Yvette orgullosamente.
—Felicitaciones, Sra. Yvette —celebró Abel.
Yvette debió haber sido muy capaz de convertirse en la vicegerente de un gran sector de la ciudad como la Ciudad de la Cosecha. Abel tenía un gran respeto por personas destacadas como ella.
Por la expresión en su rostro, estaba claro que a Yvette le gustaba ser felicitada por alguien que conocía. Ya que había mucho estrés después de haber sido ascendida a esta posición. A diferencia de una pequeña ciudad como Fort Lee, incluso la posición de vicegerente tiene 3 plazas aquí.
—¿Qué le gustaría comprar hoy? —dijo Yvette suavemente.
Abel reflexionó por un momento y dio un número:
—Quiero 162 botellas de "poción condensadora de Qi" menor.
Yvette se emocionó por una transacción tan grande de "poción condensadora de Qi" menor. Este trato la haría lucir realmente bien frente a su jefe.
—Son 1620 monedas en total... Vamos a cerrar el trato por 1600 monedas —dijo Yvette después de aplicar el descuento.
Abel saludó a Yvette:
—Por favor, espera.
Abel sacó 16 monedas de 100 del Cubo Horádrico y las insertó en su cartera. Luego sacó su cartera y le dio las monedas a Yvette.
Después de un corto período, el asistente de la tienda sacó una caja de tamaño mediano, dentro estaba lleno de 162 "poción condensadora de Qi" menor.
Después de que Abel montó su caballo de vuelta a su lugar, inmediatamente fue a su habitación y combinó 162 "poción condensadora de Qi" menor en 6 "poción condensadora de Qi" del maestro. Mientras observaba cómo esas "poción condensadora de Qi" brillaban en su resplandor ámbar, Abel sabía que pronto recibiría un aumento de poder masivo.
Mientras Abel ponía las 6 "poción condensadora de Qi" del maestro en el Cubo Horádrico, recordó su transacción con Yvette hoy. La Sra. Yvette nunca le había pedido su nombre y las últimas 2 transacciones habían sido bastante fluidas. También con el nombre de la tienda boutique de Edmound, más la cautela de Yvette. Abel decidió que si tenía algo incómodo para vender en el futuro, lo dejaría para que Yvette lo manejara.
Mientras tanto, afuera en el patio, el tiempo seguía siendo gélido a pesar de que ya era un nuevo año. Ese sirviente se acurrucó en un rincón oscuro, sus ojos miraban rígidamente hacia la puerta principal. Este lugar era la casa temporal del Caballero de Marshall y no muchas personas sabían sobre eso. Si el sirviente se diera cuenta de que esta era la residencia de una familia real, quién sabe si todavía tendría el valor de continuar espiando. A veces, la ignorancia era lo único necesario para que ocurriera un desastre.
Después del anochecer, la puerta de la Ciudad de la Cosecha había sido cerrada, por lo que el sirviente decidió continuar espiando. Sin embargo, poco sabía que el Caballero de Marshall y Abel ya se habían subido a un carruaje para unirse a la fiesta de cócteles de año nuevo en el palacio de la ciudad.