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—Lin Yue era de mal genio y golpeó la mesa al levantarse —Hermana, voy a decirle a la abuela ahora mismo que no queremos que Ye Wanlan venga a la Preparatoria Número 1 de Jiangcheng.
Lin Qin se enfadó en silencio, sin decir una palabra.
—Espera un minuto, algo no está bien —Lin Yue caminó hacia la puerta y luego se detuvo—. Jiangcheng tiene tantas escuelas, ¿por qué insiste en venir a la Preparatoria Número 1? Aun si quisiera una buena escuela, ¿no sería suficiente una escuela internacional?
Ye Wanlan dejó la escuela durante tres años y tiene que empezar de nuevo en el primer año de preparatoria, y no tiene la capacidad para estudiar, así que ¿para qué molestarse en matricularse de nuevo?
—¡Ah, hermana, ya entiendo! —Lin Yue tuvo una revelación repentina—. ¡Acabas de ganar un premio en una exposición de música clásica recientemente, y nuestra familia principal finalmente recordó tu nombre. Ella quiere subirse a tus faldas para regresar a la familia principal en Yunjing!
