—¡Es ella!
—Sí, ¡es la Señorita Su!
—Pero el Presidente Fu acababa de...
—¿Qué significa esto ahora?
—¡No se atrevería!
—Presidente Fu, yo...
—¡Por primera vez, Qin Feng se sintió perdido ante las instrucciones de Qi Yuan!
—¡Investigar o no investigar!
—¿Qué se suponía que debía hacer?
—El eternamente soltero Qin Feng sintió por primera vez que las mujeres eran criaturas tan poderosas.
—Incluso podían hacer que el temible Gran Diablo se mostrara como ahora, tan ansioso y preocupado.
—Fu Qiyuan frunció el ceño ligeramente.
—Qin Feng se inclinó aún más, desconcertado.
—Presidente Fu, ¿investigar qué?
—Fu Qiyuan lo miró con indiferencia, sus ojos profundos e intensos penetrantes.
—¿Debería considerar conseguir un nuevo asistente?
—Al oír esto, Qin Feng rápidamente cambió de actitud.
—Investigaré de inmediato.
—Hmm.
—Fu Qiyuan respondió con voz baja y finalmente su mirada cayó sobre el documento en sus manos.