Era inútil pensar en ello.
Atribuirlo al Nox sería la solución más fácil y directa, y juzgando por su tasa de seguimiento, tampoco sería sorprendente, pero él no podía llegar a esa conclusión sin ninguna evidencia.
Además, la razón de la extinción de estos pueblos no le importaba. Lo único que le importaba era la semilla elemental.
«¿Encontró Lunaria algo similar de su lado? Debería preguntarle una vez que nos encontremos de nuevo.», pensó.
Pensando así, continuó teletransportándose a través de la ruina. La dificultad no era nada como la que había imaginado. Desde el principio hasta el final, no fue atacado en absoluto.
Hasta que finalmente, llegó a un edificio que se había mantenido en un estado prístino a diferencia de todos los demás.
