—¿Por fin aquí?
—La voz nítida de una mujer fue lo primero que recibió a Damien cuando llegó a Astoria. Al mirar, vio una figura roja como el fuego caminando hacia él con una sonrisa en su rostro.
—Mm. No entiendo por qué teníamos que encontrarnos aquí antes de dirigirnos al punto de encuentro, pero bueno. —Devolvió la sonrisa.
—No seas molesto. Ha pasado un año entero desde que vinimos a este lugar, así que ¿no es normal sentirse un poco sentimental?
—Damien soltó una carcajada. Recordó todas las experiencias que había tenido desde que entró en el Mundo de Prueba.
—Desde conocer a la pequeña Xue hasta establecer el Santuario, luchar contra los Demonios en innumerables ocasiones y reclutar a Elitra, ser golpeado por la Voz Verdadera de un Semidiós y domar a Espejismo en el Templo Antiguo, e incluso fusionar las Llamas del Vacío y conquistar a un Rey Demonio.
