—¿Es este el lugar? —preguntó el hombre robusto.
Un hombre robusto miraba el gran bosque frente a él con una mirada asesina. Sus ojos escaneaban de izquierda a derecha, intentando encontrar algún signo de vida en las cercanías.
—¿Por qué haces una pregunta tan estúpida? —respondió otro hombre—. También deberías poder verlo, ¿verdad?
—Lo veo, pero no puedo creerlo. Estas mujeres sí que tienen agallas, invitándonos abiertamente así.
Proto rechinaba los dientes mientras hablaba. Ya era alguien a quien le disgustaba la sensación de ser menospreciado, pero que una mujer lo mirara por encima del hombro era aún peor.
—Tch. Vamos de una vez. Independientemente de lo que tengan planeado, no pueden hacerme nada.
Proto sacó pecho e hizo estallar su aura. Sin dudarlo, entró en el bosque mostrando descaradamente su posición.
Nali suspiró antes de seguirlo. 'Algo no me cuadra de esto.' Pensó para sí, pero en ese momento no había nada que pudiera hacer.