—Los dos simultáneos rugidos de dragón llenaron el mundo con colores incomparables a cualquier cosa antes vista —comentó uno de los observadores—. Una ola de luz roja y negra cubrió el campo de batalla y se fusionó, engullendo a los generales demonio que solo podían mirar impotentes su progresión.
—El espectro de Kraken que habían erigido se derritió debido al extremo maná y calor —continuó otro—, y también las barreras que intentaron levantar quedaron quemadas sin problema alguno.
—Fue especialmente problemático para la general demonio mujer, que logró recuperar un atisbo de razón frente a una amenaza mortal —explicó el primero. Pero era demasiado tarde.
—¡Boooom!