En una ubicación desconocida, había un reino lleno de una oscuridad sin fin. No había luz ni sonido que penetrara su alcance, y ni siquiera un solo movimiento perturbaba el aire tranquilo y sombrío dentro de él.
—Haa…
De repente, un suspiro envejecido resonó. El suspiro estaba lleno de un cansancio de incontables años, y las emociones que transmitía parecían resonar con la negrura del ambiente, haciéndolo aún más sombrío.
El viento silbaba suavemente mientras el dueño de la voz envejecida dirigía su mirada a la distancia, aparentemente capaz de atravesar el velo de la negrura que lo rodeaba.
—Después de tantos años, ¿ha llegado finalmente el momento otra vez? No obstante, incluso si ha llegado, ¿hubo alguna vez un verdadero propósito?
La voz retumbó adelante, llevando un vasto poder que contradecía su tono cansado.