—¿Me he sentido mal?
Damien se preguntaba. La sensación fue tan fugaz que por un segundo casi cuestionó si había sido una ilusión sentida por su locura.
Pero no. No podía ser. Esa era una sensación que solo había sentido unas pocas veces antes, pero la conocía claramente. Se había grabado en su cuerpo.
—Esa esencia es…
Sin perder un segundo, se sentó en el suelo y entró en un estado meditativo. Su conciencia se extendió lentamente desde su cuerpo y cubrió el área de 10 metros a su alrededor.
Arrugó la frente. —¿Por qué no puedo sentirlo más?
Podía sentir el espacio extremadamente sólido e incluso la miríada de manas elementales en los alrededores, pero esa esencia específica ya no estaba presente.
—No, está ahí. Simplemente no sé cómo buscarla.
Era algo que había intentado comprender durante tanto tiempo, pero incluso ahora apenas tenía una idea del camino a seguir.
Era una esencia tan esotérica como el espacio, pero perteneciente a un concepto completamente diferente.
