Un destello brillante de luz.
Una explosión atronadora.
Y entonces, una sola palabra.
Estos tres sonidos dejaron completamente atónita a la audiencia, que no podía entender lo que acababan de presenciar.
—E-eso...
—El Dragón Sangre Borte acaba de...
—¿Mis ojos me están jugando una mala pasada, verdad?
Todos eran similares en fuerza, así que incluso el más débil de ellos podía entender de alguna manera lo que acababa de suceder. Simplemente era demasiado inconcebible para aceptarlo.
En un instante, Borte, que estaba en el aire abalanzándose hacia el novato, fue aplastado contra el suelo y decapitado. El novato, que ellos pensaban que estaba paralizado por el miedo, había llegado detrás de él antes de que pudieran siquiera procesarlo.
Damien sonrió mientras el familiar humo negro cubría el cuerpo de Borte y lo consumía. ¡Inesperadamente, este tipo era tan débil!