Pasaron 2 días como un destello para las fuerzas externas alojadas en Ciudad Dalia y el sol se alzó lentamente una vez más para señalar el día del asalto.
Actualmente, Damien y Long Chen estaban en medio de una multitud de cultivadores mientras esperaban en la Puerta Sur de la ciudad.
Sin embargo, su espera no duró mucho, ya que una enorme bestia voladora aterrizó al frente de sus filas. Sobre su lomo se encontraba la valiente figura de Shen Li envuelto en su habitual capa de piel de bestia.
—El momento de nuestro asalto comienza ahora. Cuando lleguemos al destino, no cuestionen nada y no dejen a nadie vivo. Esta es nuestra única misión.
Ya había dado su discurso extendido hace dos días, por lo que no quedaba nada más que decir. Con estas palabras finales, su bestia voladora despegó hacia la distancia, seguida por la multitud de cultivadores.