Los días pasaban rápidamente mientras Damien y Ruyue dedicaban su tiempo a entrenar diligentemente con Tian Yang.
A diferencia de antes, él estaba tomando un papel activo en su entrenamiento y les daba lecciones mucho más a menudo. Estaba claro que se avecinaba algún tipo de evento para el cual los estaba preparando.
Y así, pasaron 3 meses.
Damien había aprendido más de lo que jamás hubiera esperado en estos 3 meses. Incluso él estaba sorprendido por su propio progreso.
Lo primero y principal era su espada. Había estado entrenando el arte de la espada durante tanto tiempo que esperaba sentir algún tipo de conexión con ella, pero realmente no la tenía.
Con la forma en que encontró que su estilo de lucha evolucionaba, casi quería desechar la espada por completo, pero eligió no hacerlo. Su arte de la espada seguía siendo una de sus mayores fortalezas.