Comenzar la infiltración fue simple. Todo lo que Damien tenía que hacer era entrar en la estructura tipo domo como si perteneciera a ese lugar desde un principio. Nadie lo cuestionó y nadie lo detuvo, ni siquiera había algún tipo de punto de identificación adentro.
Damien caminaba de manera pomposa como si se viera a sí mismo por encima de todos los que lo rodeaban, y solo este aire hacía que la gente lo evitara. A nadie le gustaba conversar con gente pretenciosa.
El área de la estructura tipo domo estaba mayormente vacía, con algunas salas de entrenamiento que parecían estar allí solo como fachada para todo lo que sucedía debajo. Dispersos por el área había muchos ascensores, uno de los cuales tomó Damien.
Los números en el ascensor eran un indicador rápido de cómo funcionaba el estatus. Del 4 al 64, cualquiera podía viajar, pero para ir por debajo del piso 65, era necesaria alguna forma de identificación con tarjeta magnética.
