Al entrar al edificio, Damien fue recibido por un gran hall de recepción similar a un hotel. Varias sillas y mesas estaban dispuestas a lo largo de su área y muchos héroes se sentaban allí para charlar. Incluso había una pequeña área cafetería donde cadenas de restaurantes habían establecido sucursales.
Alineados con la pared trasera, había un área donde se encontraban los escritorios de recepción, pero en lugar de tener solo un recepcionista, había docenas de ellos a lo largo de toda la pared.
Cada uno de estos recepcionistas tenía una fila formada frente a ellos. Esto era de esperarse, ya que Asgard no era solo una organización Americana, sino una que abarcaba todo el mundo.
Solo tenían una sede central donde la gente venía para ser inducida como héroes y clasificada, mientras que muchas sucursales más pequeñas de la organización abarcaban el globo para gestionar a los héroes en sus países selectivos.
