En medio de Los Ángeles, había un enorme rascacielos que eclipsaba todo lo demás. Su construcción era más futurista e incluso los materiales utilizados para crearlo eran mejores que los que lo rodeaban. Y el hecho más asombroso era que este rascacielos se había levantado en apenas una semana.
Este era el cuartel general de Asgard, donde se reunían los héroes y trabajaban aquellos que los gestionaban.
En el último piso de este edificio, 3 ancianos estaban sentados alrededor de una mesa. Por la atmósfera solemne que los rodeaba, era evidente que estaban teniendo una discusión importante.
—Yin Jian, ¿qué ocurrió exactamente ayer? ¡Hiciste el ridículo! —dijo uno de los ancianos. Su objetivo era un anciano familiar que Damien había conocido no hace mucho tiempo.
—No fue mi culpa. Simplemente decidí intervenir y salvar a un talento prometedor, ¿pero quién iba a imaginar que al que me enfrentaría es más fuerte que incluso yo?
