El rostro de He Fangqing se volvió frío en un instante y, a través de dientes apretados, dijo:
—No, ni lo pienses.
Li Yifei inmediatamente mostró una expresión de extrema sorpresa y dijo:
—¿En serio? Directora He, ¿no puede estar hablando en serio?
Hoy, cuando He Fangqing buscó a Li Yifei, pensó en el mejor resultado posible: que Li Yifei aceptaría de buena gana no volver a sacar el tema, y que ambos actuarían como si nada hubiera pasado. Sabía, sin embargo, que las posibilidades de esto eran escasas. La única razón por la que albergaba tal esperanza era por el comportamiento de Li Yifei en el bar aquel día, que en verdad le hizo sentir que él no era alguien que causaría problemas a los demás.