Las dos salieron, y la cara de Xu Yingying todavía estaba enrojecida. Justo cuando Xu Shanshan también salía por la puerta de enfrente, exclamó como si hubiera descubierto un nuevo continente —Hermana, tu cara está tan roja, debes haber estado haciendo travesuras.
La cara de Xu Yingying se puso aún más roja. Miró a Xu Shanshan con enojo y reprendió —Tonterías—. Sin embargo, si eso hacía que su hermana pensara de esa manera, entonces no creería que la relación entre ella y Li Yifei era falsa, lo que no era del todo malo.
En ese momento, Li Yifei encontró su boca algo seca. Tanto Xu Shanshan como Xu Yingying llevaban el mismo tipo de camisa, mostrando perfectamente sus figuras curvilíneas. Sumado al hecho de que las dos hermanas eran gemelas, igualmente perfectas y hermosas, verlas lo llenó de impulsividad como hombre.
Xu Shanshan percibió la mirada de Li Yifei sobre ella y juguetonamente sacó la lengua, diciendo —Cuidado, o mi hermana te hará dormir en el suelo esta noche.
