Saliendo del Art Bar, Li Yifei se quedó en la entrada y encendió un cigarrillo. Si Xu Shanshan salía con él, su misión estaría completa. Si no lo hacía, ya no le importaba. Después de todo, su papel como cuñado era falso, así que con hacer lo suficiente era suficiente.
Antes de que hubiera dado dos caladas, Xu Shanshan salió corriendo. Al ver a Li Yifei justo en la entrada, frunció el ceño y se apresuró hacia él, diciendo con irritación:
—Cuñado, ¿en qué estabas pensando? Después de todo, ellos son mis amigos. ¿Cómo pudiste perder los estribos con ellos así?
Li Yifei se volvió para mirar a Xu Shanshan y dijo con cara seria:
—Shanshan, no quiero predicarte, pero en mis ojos, realmente no se pueden considerar amigos. Si albergas los mismos sentimientos que ellos, entonces no esperes tener oportunidades en tu vida.
Xu Shanshan resopló y dijo:
—Ellos son muy talentosos.
