—¿Fiona tiene un hijo? Ewan lo repetía mentalmente, la incredulidad inundando su mente mientras se giraba completamente para enfrentar a la mujer con la que una vez planeó casarse, antes de que el retorno inesperado de Atenea destrozara esa posibilidad. Una mujer que lo había engañado haciéndole creer que era virgen, cuando en realidad, era una invitación abierta para cualquier hombre que buscara sus favores.
—Pero, ¿un hijo? ¿Cuándo había ocurrido eso? ¿Dónde estaba el niño? Seguramente, ¡debe ser de ese diablo, Morgan! Su conclusión resonó, haciendo eco en conjunto con la respuesta conmocionada de la multitud mientras procesaban la impactante revelación de Atenea.
—¡Por supuesto que tendría un hijo con ese hombre malvado, Morgan! ¡No me sorprende!
—¿Quién sabe, podría ser de otro! Ya que está abierta a todo y a todos. ¡No tiene respeto ni dignidad por sí misma!