Las palabras de Andrés eran suficientes para hacer temblar el corazón de cualquiera.
Ni hablar de que en el asunto, ella había sido la primera en equivocarse. Si este Joven Maestro quisiera usar algún método para tratar con ella, sería tan fácil como el ABC...
Ella había golpeado la cabeza del joven maestro con una botella de vino el día anterior. —¡Andrés aún no se había vengado de ella, así que tenía suerte!
Sin embargo... Era difícil decir lo que pasaría hoy.
Ella había pateado a ese hombre otra vez. Si las cosas no iban bien, cuando la familia Matthews se enterara, vendrían a ajustar cuentas con Stella. Sin embargo, ahora, Andrés le había dado una oportunidad...
Stella no quería aceptar, pero porque ella había estado equivocada al principio, este tipo de repente cambió de una persona fuerte a una víctima. No tuvo más remedio que obedecerle y respondió con resignación —Oh... Entendido...
Cuando Andrés escuchó eso, su humor mejoró ligeramente.
