Cuando Stella vio a Adrián así, no sabía si era bueno o malo para su precioso hijo tener tales sentimientos por RK.
Ahora... Estaba incluso más asustada de que su precioso hijo quisiera que RK pudiera ser su —murmuró— padrastro.
Stella no dijo mucho. Simplemente acarició la cabecita lanuda de su precioso hijo y dijo —Adrián, ya es tarde. Vuelve a la tuya y duerme...
Adrián asintió y se fue.
Stella miró la figura de Adrián alejándose y pensó...
Parecía que en el futuro... Tenía que asegurarse de que el dúo padre e hijo no se encontraran.
De lo contrario, si su precioso hijo realmente se enamora de este hombre algún día, no sabría cómo evitar que su precioso hijo saliera herido.
Especialmente por ese hombre... ¡Ya era el padre de otro niño!
Por lo tanto, Stella no quería ni que Adrián y RK entraran en contacto aún más.
Era para prevenir problemas futuros.
Después de que Adrián se durmiera, Stella todavía se sentía muy inquieta.
