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—¿Ah? ¿Tiene novia? —Grace estaba claramente muy sorprendida. Parecía como si le hubieran dejado sin palabras—. No importa. Ustedes los jóvenes piensan que mientras no estén casados, también pueden competir justamente.
La idea de Stella fue completamente aplastada por su abuela.
—No, Abuela, Rene está a punto de casarse —Stella se quedó sin palabras—. Su novia es muy hermosa. A él le gusta mucho su prometida. No pienses demasiado.
—Hmph —Grace dijo orgullosamente—. Debe ser el orden de los padres, decidido por el intermediario. ¡Rene no le gustará, y los dos no serán felices!
Stella se quedó sin palabras.
Para ser honesta, Stella sentía que a veces su abuela tenía razón.
—Abuela, no pienses demasiado en eso. No creo que el matrimonio sea algo que se pueda forzar, y las personas estarán contigo con quienes están destinadas a estar contigo. Mira, ahora soy muy feliz teniendo a Adrián y a ti. No te preocupes —Stella consoló a su abuela.
