Al mediodía.
En este día, Alia fue al jardín de infancia y no encontró a Adrián para jugar. Adrián estaba muy aburrido al mediodía y tenía sueño después del almuerzo. Cuando Stella le ayudó a ordenar la colcha y a que se acostara, Adrián comenzó a charlar con ella.
—Cariño, nunca he escuchado la historia de Caperucita Roja, ¿verdad? —Stella se divirtió con la infantil pregunta de Adrián. —¿Cómo que no la has escuchado? Te he contado esa historia. ¿Por qué? ¿Vas a examinarme ahora?
—No, no —Adrián hizo un puchero y rápidamente sacudió la cabeza y agitó la mano—. Quiero decir, cuando mis piernas estén curadas, iré al hospital a ver a la Gran Abuela.
Hablando de esto, Stella también recordó que hacía mucho tiempo que no veía a su abuela. No la había visto desde que Adrián fue hospitalizado, así que no sabía cómo estaba su abuela.
—Bien, a dormir. Iré a visitar a mi Abuela en tu nombre por la tarde, ¿de acuerdo?