—Stella, ¿estás bien? ¿Todo en orden? —Kelly también se acercó al lado de Stella desde una corta distancia y la miró para comprobar su estado.
—En ese momento, ¡el corazón de Stella estaba lleno de emociones encontradas!
—Originalmente, fue porque este hombre no estaba en casa que ella se atrevió a tocar su caballo, pero ahora... ¡El presidente no solo había vuelto a casa sin avisar a nadie, sino que también la había sorprendido montando su caballo con sus propios ojos! Estaba en pánico.
—O quizás... RK ya le había dado una lección antes. Las dos cosas ocurrieron una tras otra. Aún no había procesado completamente una, y ahora, había otra... ¡Stella no pudo evitar sentirse molesta!
—Está bien. ¡No es nada del otro mundo! —Stella bajó la cabeza y respondió.
—Para ser honesta, Kelly y RK se habían conocido antes, pero solo se limitó a las dos veces que Stella regresó del karaoke para jugar, fue sorprendida y se fue a casa.
