—En los últimos días, había estado alojándose en la mansión RK todos los días, como si estuviera en una jaula. La habían vigilado y cuidado todo el día. No tenía nada que hacer y se sentía incómoda. ¡Además, no podía salir de la jaula!
—Por lo tanto, era raro que alguien la visitara en persona. ¡Para Stella, era un resultado bienvenido!
—Por casualidad, no había tenido tiempo de explicarle a Kelly lo que había pasado antes. ¡En ese momento, esa chica debía querer darle a Stella una buena paliza!
Después de arreglarse rápidamente, Stella pidió a los sirvientes que trajeran un montón de comida deliciosa abajo, así como su desayuno.
En el comedor.
—¡Stella! ¡No esperaba que fueras un canario! Oh, no... Debería decirse que eres una mujer rica. ¡Vives en la mansión todo el día y pretendes ser pobre conmigo! —exclamó Kelly mirando alrededor de la enorme mansión.
—¡Apúrate, y dime! Para ser honesta, ¿te ha pagado el Sr. Kingston para ser amante de casa? —preguntó curiosamente.
