Sofía se acercó con sorpresa. Tomó su mano entre las suyas y parecía gentil y tranquila. Era completamente diferente a antes.
—Sí —RK solo dijo una palabra, sin embargo, hizo que Sofía alzara orgullosa la cabeza para mirar a Stella. Sus ojos estaban llenos de provocación, como si dijera: ¿Ves? Rene me saludó, nos tomamos de la mano, ¡y somos una pareja!
—RK, cuida bien de tu prometida. No dejes que se presente frente a mi hijo.
—¡Voy a casarme con Sofía. En el futuro, ella será la madre de Adrián! —El silencio cayó.
Las palabras del hombre dejaron a Stella sin habla.
Se sintió como si su corazón hubiera sido pinchado por una aguja.
—¡Mientras yo esté viva, no dejaré que mi hijo llame a otra persona Mamá! —¿Estaba ella muerta? ¿Por qué tiene que encontrar una madrastra para Adrián, o cuándo fue el turno de Sofía para ser la madrastra del hijo de Stella?
Los labios de Stella se curvaron en una sonrisa fría. Pero él añadió:
—Espera la citación. ¡Al día siguiente a más tardar!