Ella caminó hacia la habitación de Adrián en sus pantuflas. Al ver al pequeño durmiendo en la cama con una dulce sonrisa en su rostro, Stella respiró aliviada en secreto.
Era bueno que estuviera bien.
Al día siguiente, Stella recibió una llamada de RK ordenándole que fuera inmediatamente a un lugar, así que dejó a Adrián con Emily.
Tenía prisa por ir a La Cocina de la Calle Sartaj. Urgió al taxista como si tuviera una emergencia.
Debido al atasco de tráfico, no tuvo más remedio que llamar a RK.
—¿Dónde estás ahora? —Después de que se conectara la llamada, escuchó el tono frío e interrogante del hombre.
Stella apretó los dientes y dijo con descontento —Todavía estoy atascada en la carretera de la torre del reloj. ¿Por qué quieres que vaya a la Cocina de la Calle Sartaj tan temprano en la mañana? RK, estás haciendo las cosas difíciles para mí otra vez, ¿no es así?
¿Podría un CEO como él hacer trabajo real?
¿Por qué le gustaba complicar las cosas a su secretaria?
