—De lo contrario, ¡nadie vendría a salvarnos incluso si Andrew nos hubiera golpeado hasta la muerte aquí! Vamos a volver —sugirió Cherry.
—¿Cómo vamos a volver cuando ya estamos aquí? ¿Cómo íbamos a encargarnos del proyecto si regresamos ahora? ¡No te preocupes! ¡Yo te protegeré! —se tocó la frente y dijo Stella.
Aunque Cherry todavía tenía miedo, sin embargo, después de escuchar las palabras de Stella, se relajó un poco.
Cuando miraron la habitación de nuevo...
Vieron al grupo de chicas, paradas detrás del gerente, que eran guardaespaldas para asistentes en la sala privada. No podían decir quiénes eran... Sin embargo, cada una de ellas fue arrastrada a la sala privada por ellas...
Stella aprovechó la oportunidad y las siguió dentro de la sala privada.
—Entremos juntas. Estamos hablando de negocios. No es para tanto —jaloneó a Cherry y dijo.
Cherry asintió y siguió a Stella...
Solo entonces las dos lograron llegar a la puerta de la sala privada...
