—¡Stella, mira! Tu Tristan está aquí de nuevo —dijo Emily con vigor sosteniendo los brazos de Stella y sin poder evitar pellizcarla—. Dijiste que no tenía tiempo y que no vendría a verte al mediodía... Sin embargo, ¡mira que viene otra vez!
Stella se quedó sin palabras.
—Hasta donde ella recordaba, este hombre siempre estaba ocupado con el trabajo —pensó.
—Sin embargo, ¿por qué este hombre venía a verla a la empresa todos los días al mediodía, después de que ella regresara del extranjero? —se preguntaba Stella.
—Parece que, esta vez Tristan se ha decidido a conquistarte —sonrió Emily y continuó—. No es fácil para alguien tan ocupado dejar su trabajo y venir a verte.
—Con eso, Emily pensó en algo y dijo de nuevo —. Dime, si quiero presentarte un novio así y encontrar un padrastro para Adrian, si Tristan se entera, ¿me matará a golpes?
—Deja de bromear... No pasa nada entre él y yo... —dijo Stella de manera poco natural.