Tal cual la cabina se abre y al fin podemos ver una chica delgada con aspecto de una adolescente de unos 14 años que surge de la nave, vestida de un traje espacial negro ceñido a su cuerpo y con bandas de circuitos verdes que lo recorren, se saca el casco y muestra su tez blanca, grandes ojos grises y pelo rojo, corto y rizado. Observa asombrada y curiosa el entorno nocturno girando y prestando atención a todo alrededor, el cielo, la vía láctea, el mar, el rumor del agua que golpea la nave, sólo la luz de la luna iluminaba el paraje.
- ¡Increíble, se puede ver toda la grandiosidad del espacio desde este mismo planeta!
En un instante se agacha intentando tocar el agua con su mano, advierte lo fría y salada que está y se emociona.
- ¿Y esto? ¡Esta es agua!, ¡y se siente tan clara, fresca y liviana!, a diferencia del agua que hay en Madiere que se siente pesada y cáustica, ¡Todo esto es fantástico!, el cielo cristalino y las estrellas, ¿será la noche de este planeta, cómo será de día?, ¿y toda esta cantidad de agua en que flotamos?... ¡eso de arriba parece un planeta, y está tan cerca! - señalando la luna
- Estamos navegando en lo que es un mar de agua líquida, la cual es abundante acá. La gravedad y la presión atmosférica impiden que el agua desaparezca, más abajo está la superficie sólida del planeta pero no es el lugar donde viven los seres inteligentes de este mundo, hay también zonas donde el suelo rocoso emerge sobre los mares, que es donde viven estos seres y lo de arriba es el satélite de este planeta, desproporcionadamente grande, ambos forman un sistema binario.
- ¡Increíble, es enorme!, ¿habrá sido así mi planeta Madiere antes de la gran catástrofe?
- Aún estoy recolectando información de este planeta. Nos dirigimos al sitio desde donde proviene la señal de la nave de Nelbrade, está en un lugar habitado por las criaturas de este planeta, viven en la orilla rocosa que sobresale del mar. Hay que acercarnos con cautela, decidí aterrizar a distancia para que dichas criaturas no nos detecten, ya que tienen medios tecnológicos para hacerlo, aún así casi nos descubren.
- ¿Qué clase de lugar será ese y por qué Nelbrade habrá decidido vivir allí, si es que aún vive?
- está fuera de mi capacidad responder eso.
- Mientras tanto voy a comer mis raciones, avísame cuando lleguemos
- De acuerdo
La navegación se estaba haciendo monótona por lo que Nélide, luego de comer, se recuesta a descansar dentro de la cabina observando el cielo estrellado mientras estira sus entumecidos miembros aún así Nélide no deja de asombrarse de mirar el cielo estrellado. Un par de horas después el computador advierte a Nélide que están llegando al lugar, la niña se asoma sobre la cabina y a lo lejos ve las luces de una ciudad, Nélide se asombra aún más.
- Cómo serán las criaturas que vivirán ahí... ¿estará viva aún Nelbrade?
- Detecto la nave de Nelbrade y tiene todas sus funciones en perfecto estado, eso indica un porcentaje alto de probabilidad de que su tripulante aún esté viva.
- No me imagino cómo será ese lugar, tengo miedo de ir...
- ¡Tienes que cumplir con tu obligación de cumplir la misión que la organización te ha impuesto, si Nelbrade está viva, tráela de vuelta, no tenemos cabida para fracasos!
- está bien computador... pero no sólo soy soldado, antes que eso soy sacerdotisa
- Acercaré la nave al lugar habitado, cerca del punto donde está la nave de Nelbrade, que es un sitio bajo el agua y tú te acercarás nadando hasta la orilla aprovechando la oscuridad, será fácil guiarte por las luces artificiales, mientras tanto ocultaré la nave en el fondo marino junto a la otra nave y activaré el camuflaje.
- ¿Y si intento entrar en su nave?
- ¡Eso es imposible!, nuestros sistemas de seguridad son infalibles, solo la clave maestra y nuestro sistema biométrico pueden dar acceso a cada nave, en mi caso yo tengo tus datos y los de Nelbrade por si llegara a aparecer. Además, esa nave está en estado de latencia, tampoco podemos llamar desde ella a su dueña.
- Ya veo... ¿estaré bien?
- Me ocultaré a una profundidad que puedas manejar, nadarás unos metros y luego verás que en la orilla del mar el suelo se eleva, es sólo agua, no te pasará nada y la temperatura es idónea.
- De acuerdo... en Madiere cuando me entrenaba nadando, podía aguantar hasta una hora, espero que resulte bien acá.
A la señal del computador Nélide se toma una pausa para tomar aire, su nerviosismo impedía que se concentrara, finalmente se decide, observa bien el punto donde debía llegar, una playa extensa de olas suaves y bien iluminada y se lanza al agua. Bucea en la dirección que le indicaban las luces, pero abajo en las profundidades no es capaz de ver nada por lo que sólo nada de manera instintiva siguiendo la ruta que memorizó.
Minutos más tarde asoma en la rompiente de la playa, se arrodilla y toca el suelo arenoso y en eso la golpea una ola por la espalda, Nélide es revuelta por el suelo empujada por la corriente y al vararse en la orilla se pone a reír mientras el agua la acaricia suavemente. Emocionada exclama:
- ¡Qué divertido, qué ganas tiene de nadar desnuda en esa agua fría! - a lo que la computadora le interrumpe en su pulsera:
- Soldado Nélide, no se desvíe de su responsabilidad de buscar a Nelbrade.
Nélide se entristece, comenzaba a divertirse y había olvidado por un instante su misión, de pronto ve un brillo en la arena y nota que es un collar con una medallita y en ella una inscripción, lo observa con curiosidad, sobretodo la inscripción y lo guarda. Se enfunda un blusón blanco tipo abrigo sobre su traje y emprende camino en la ciudad.
Con gran curiosidad y asombro camina por la avenida costanera bordeando un cine al aire libre llamado Délfico, luego llega al parque Balmaceda, un lugar con plantas, césped y palmeras, y zonas despejadas donde hay distintos juegos infantiles, delimitada por el lado de la costa por un malecón de cierta altura que cae a una costa rocosa aledaña a la gran playa de arena y se sienta en un columpio.
Asombrada observa el lugar, las luces artificiales, algunos esporádicos vehículos pero aún ningún individuo del lugar, ve un letrero con inscripciones ininteligibles para ella y piensa que va a tener que aprender a comunicarse con los seres del lugar y luego se relaja cuando empieza a recordar las lecciones de su amiga en Madiere:
Pero en medio de su práctica, su poder atrae a algunos perros callejeros que la acosan, Nélide sale corriendo al escape de los animales. Sin precaución se lanza a cruzar la calle pero un automóvil casi la atropella, Nélide continúa su carrera por varias cuadras.
En el lugar llamado "Plaza 21 de Mayo" Nélide tropieza con un borracho con aspecto sombrío que la agarra de la mano, ella con el miedo embargándola y sin entender se suelta con fuerza por instinto y sigue corriendo. Ya en el centro de la ciudad se detiene y tranquiliza, pero aún con el miedo a flor de piel, la oscuridad de la noche, el lugar completamente desconocido, se preguntaba cómo era posible que Nelbrade escogiera ese lugar para vivir, camina un poco y se encuentra con un muchacho. Nélide lo observa con sorpresa y curiosidad, con el pánico no había reaccionado al borracho, pero ahora sí miraba con detención al chico.
El muchacho claramente era como ella, tenía sus dos brazos y piernas, casi nada lo podía distinguir de un madeliano salvo su constitución física, hombros anchos, sin pechos, cadera estrecha, un cuerpo masculino que Nélide jamás había visto, en su mundo sólo hay mujeres, no paraba de mirarlo con curiosidad. El sujeto estaba apoyado en un poste fumando, tenía aspecto y gestos vulgares y le habla en una lengua que Nélide no entiende:
- ¿Y voh qué onda, cómo una cabra chica como vóh andái sola a estas horas en la calle?
- ...
- ¿Y qué vai a hacer, vai a seguir caminando por ahí sola?
- ¿? ...
- ¡Qué te pasa, voh soi múa o qué?, ¡y si querí te vení conmigo y yo te cuido po! - El tipo le hace una seña para que lo siga. Mientras caminan, Nélide piensa para sí:
- ¿Quiere que vaya con él?, tengo que aprender el idioma de ellos, ¿será de confiar?
Al poco andar llegan a un edificio antiguo casi triangular, el frontis en donde está la entrada es estrecho pero se va ensanchando hacia atrás, en ambos costados lo flanquean dos calles que se interceptan más adelante, el sitio se llama "Teatro veteranos del 79", en la escalinata de la entrada el Jote se sienta y enciende otro cigarro, Nélide se queda de pie a su lado mirándolo con curiosidad, alcanza a sentir el olor del humo del cigarro y hace un gesto como disipar el humo mientras arruga la nariz y gira su cabeza de un lado al otro, mientras, el tipo mira de reojo como el viento abre por debajo el abrigo de la chica asomando su entrepierna, entonces con señas le pide que se saque el abrigo:
- ¡Sácate esa cuestión, flaca!, así así...- mientras el atorrante agitaba los brazos hacia arriba
- ¿ashí... ashí?...
Nélide sin entender nada, adivina lo que le pide el Jote y toda confundida se saca el abrigo mostrando su delgado cuerpo en su ceñidísimo traje espacial, el Jote la ve y se excita.
- ¡Tenís tan poca carne como un wantán pero te veís tan rica igual!
Se la queda contemplando unos minutos, a pesar de lo flaca que es Nélide las formas de su cuerpo quedan en evidencia y no dejan de ser atractivas ya que su traje da la impresión de que está pintado sobre la piel. Ya pasado unos largos minutos la incomodidad de Nélide llega al colmo ante la mirada hambrienta del Jote por lo que molesta toma su abrigo y se lo vuelve a poner.
- ¡Aún no, güachita!-
El tipo se decide a hacer algo y alcanza a sujetar el brazo de Nélide cuando se iba a vestir cuando la mira un instante y la abraza, Nélide se espanta, no está acostumbrada a que alguien sin consentimiento invada su espacio íntimo, rápidamente el Jote la aprieta contra su cuerpo desequilibrando un poco a Nélide y poniendo su muslo entre las piernas que la chica ha abierto para evitar caerse, rozando su entrepierna, esto hace que Nélide pase del miedo a la indignación y vergüenza, agarrándolo de un brazo lo arroja en un rápido movimiento circular estrellándolo contra la pared del edificio y sale corriendo en la dirección de donde venía.
El Jote, aturdido sin entender lo que pasó piensa,
- ¡bah!, ¿qué onda?, ¿cómo me golpeó tan fuerte esa cría?... parece que tenía que haberme tropezado y ahí aprovechó pa tirarme... de pura suerte... pero no importa, te voy a buscarte igual nomá, voh soi mía flaca wantán! (El Jote se refiere a Nélide como wantán, comparándola con el aperitivo chino de masa frita rellena con una pequeña porción de carne molida, ya que a su parecer, se ve enjuta pero apetitosa)
Nélide corre con su alma por la calle hacia el oriente hasta encontrar un parque poco iluminado con palmeras, césped y arbustos llamado plaza Brasil, ahí se envuelve en su abrigo y se esconde acurrucada entre las plantas, entonces llora con amargura preguntándose:
- ¡En qué clase de lugar vine a parar y si acaso todos los habitantes de este planeta serán así de crueles!, nada me ha salido bien... - pero de pronto recuerda las palabras de su superiora en el monasterio, Amethys:
- las emociones que desequilibran la conciencia, como la ira y el pánico pueden ser peligrosas por que te enceguecen, eso es contraproducente si quieres desarrollar la concentración, ya que se basa en el equilibrio de las emociones -
Sin embargo, Nelide desconsolada no podía parar de llorar... hasta que se queda dormida.
De pronto imágenes del Jote llegan a su mente, el tipo con un cuchillo apretándole el cuello, casi al punto de cortar la piel,
- En verdad vos creís que vai a huír del destino? La desgracia te perseguirá donde estís, cabrita y yo estaré ahí, porque vos sois mía, ¡Nada ni nadie te salvará, no tendrás un madero del cual agarrarte, sólo hay oscuridad!
A continuación su cadáver con la cabeza reventada en las rocas de la playa, de pronto en su afiebrada mente ese cadáver gira su cabeza y mirándola con ojos desorbitados le habla,
- Ahora estoy acabado, pero jamás te dejaré, estarás conmigo en la oscuridad, para siempre, donde quiera que vayas yo estaré contigo, juntos por la eternidad, no tendrás a quien acudir, nadie te ayudará, estarás sola en las profundas tinieblas mientras tu cuerpo se pudre y sólo yo estaré ahí para recordártelo, jajajajaja...
La imagen grotesca del Jote da paso a la cabina de la nave como un hermético sepulcro y los ruidos de explosiones y disparos que la sacuden, las palabras del Jote se diluyen entre el ruido y una pequeña Luz llorando en el encierro.
- ¡Quiero volver a Madiere, quiero volver con Nelda!
- ¡Tu sabes que eso es imposible, güachita, ella está muerta, como yo, no te queda de otra, si quería verla, muérete y ven contigo!
- ¡Te dije que desaparecieras de mi vista!
~ o ~
La niña recuerda cómo empezó ese día, en la mañana, en la Plaza Brasil, ella dormía entre los arbustos pero algo la despertó, aun adormilada y confundida con algo que estaba soñando pensó que la presencia familiar que le pareció sentir pudo ser parte del sueño mientras se refriega los ojos.
- Maetre...
Escondida entre los arbustos de la plaza había pasado desapercibida, pero en el momento en que espabila ya la presencia se desvaneció, se da cuenta que ahora todo es luminoso y le duelen los ojos, entonces el computador le habla:
- ¿ya despertaste Nélide?
- seeeehhhh... computador… me duelen un poco los ojos
- Hay unas antiparras en tu equipamiento, te recomiendo que las uses, la cantidad de luz y radiaciones UV e infrarroja es mayor que en Madiere por lo que puede llegar a dañar tus ojos.
- está bien...
Las grandes y redondas gafas sumado a su blusón blanco prácticamente cubría todo su físico le daban un curioso aspecto a Nélide y podía pasar como un adolescente,
- aún tengo un poco de miedo, pero el hecho de que sea de día me tranquiliza un poco, creo que voy a recorrer la ciudad para buscar a Nelbrade
- No te confíes, anda con cautela, todo eso es desconocido para tí y trata de aprender algo de la cultura local
- es que anoche cuando llegué acá, me encontré con un individuo que se comportaba extraño, eso me asustó mucho, y en un momento se puso agresivo conmigo y pude sacármelo de encima, pero su actitud me causó mucho miedo y tristeza y sólo atiné a esconderme
- Trata de no exponerte a peligros, el choque cultural puede ser extremo para tí así que sé cautelosa
- Está bien, espero que ahora no me encuentre gente así
- No olvides tu objetivo
- Lo sé, pero creo que la realidad me está superando, no sé si pueda lograrlo
- No necesitas pensar en eso, sólo concéntrate en cumplir tu meta
- está bien...
Así Nélide se dispone a recorrer las calles con prudencia y atención observando a los humanos por su desagradable experiencia de la noche anterior, al principio observaba con temor pero luego de un rato de pasear:
- Parece que ahora que es de día se ve más seguro, hay mucha más gente pero está todo más pacífico, ya veo, puedo identificar algunos patrones de comportamiento... esas naves circulan por esos caminos oscuros y los humanos transitan por los espacios aledaños... esas señales luminosas indican cuándo pueden cruzar los caminos...
En cada intertanto donde puede encontrar un lugar tranquilo en donde puede hacer una pausa de su caminata,
- ¡Perfecto!, este lugar se ve menos concurrido, activaré mi poder de concentración a ver si así puedo llamar la atención de Nelbrade y también me sirve de práctica...
Nélide activa su poder de concentración pero sólo logra atraer a los perros callejeros que terminan persiguiéndola:
-¡¡ARF ARF!! ¡¡ARF ARF!!
- ¡AAAAHHHHH!
Y así se pasó el día, entre caminatas, pausas y carreras huyendo de los perros.
Esa misma mañana, al caminar por las calles del pueblo, Nélide notó que en la sociedad humana convivían individuos de ambos géneros, los habían amables y otros no tanto, vio niños y adultos, madres que mecían a sus bebés, ancianos que se juntaban en la plaza, algunos conversaban, otros leían el periódico o se comunicaban por teléfonos públicos, vio músicos callejeros ganándose la vida, comprendió varias cosas como ciertos patrones de comportamiento pero otras no, como los muchos que fumaban tabaco en la calle y expelían el humo por sus bocas, o algún mendigo que le tendió la mano pidiéndole dinero, ella sólo se les quedaba mirando sin entender qué clase de sociedad permitía algo así, así también la manera de cómo emitían humos los automóviles y micros, ella podía ver fácilmente las cantidades de dióxido de carbono que se emitían a la atmósfera y se preguntaba si acaso los humanos se daban cuenta de que estaban envenenado su propia atmósfera y que la Tierra terminaría como su planeta Madiere.
Vió la actividad de la ciudad tratando de mantener las distancias ya que no entendía nada del idioma y a pesar de su miedo comprendió que debía ser capaz de superarlo:
- Todo esto es muy interesante, computador, veo que la gente de acá son prácticamente idénticos a nosotros los madelianos, al menos las hembras por lo que puedo pasar como una mujer humana, imagino que los machos madelianos se parecerían a los machos de acá también
- Ya veo, entonces será fácil que te infiltres en su sociedad
- así es, puedo pasar inadvertida y sería más fácil aún si me vistiera como ellos, pero no entiendo nada de lo que hablan, su escritura tampoco puedo entenderla y si sigo así no podré buscar eficientemente a Nelbrade, aunque más allá de eso, ha despertado mi curiosidad aprender más de la sociedad de estas personas, tal vez así me sentiría más segura
- puedes estudiar su cultura pero sólo lo necesario que sirva a tu misión, no te agobies
- Lo que más me llama la atención es que algunos andan de a grupos, un macho y una hembra, y junto a ellos uno o varios cachorros, ¿será que pueden reproducirse por su cuenta?... ¿y por qué forman grupos así?
- Tienes que buscar la forma de infiltrarte entre ellos, será útil poder comunicarte con ellos pero sólo aprende lo que sea útil para tí
Nélide recorre también los distintos kioscos que estaban diseminados por la ciudad, casi uno por cada cuadra, abarrotados de periódicos y revistas de toda naturaleza, tabacos y golosinas y los observaba con curiosidad, las imágenes y los inescrutables textos para ella, observaba también cómo los humanos hacían transacciones para adquirir esas cosas. Pasado el mediodía se toma otra pausa:
- Computador, estoy pensando en retornar a la nave al anochecer
- ¿por qué?
- Es que creo que es como te decía, cuando oscurece parece que es más peligroso deambular por la ciudad y francamente no quiero volver a encontrarme con el tipo de anoche
- De acuerdo, si consideras que es mejor por tu seguridad puedes retornar
- Gracias… quiero volver, computador, llévame de aquí, llévame a Madiere…
De pronto aparece otra figura amenazante, es Rishmondie
- ¿Estás segura de querer volver a Madiere?, jajajajjaja…
~ o ~
En tanto afuera han pasado tres días, Jorge va acompañado de Paula,
- ¿Vas bien, Paula?
- Si, mi capacidad física es igual a la tuya
- Te creo, ¿y por qué viniste?
- Todo esto que está pasando me involucra, quiera o no esa tipa es mi prima hermana y me interesa averiguar lo que le pasa... además, quiero estar lejos de mi casa, distraerme parece un mausoleo oscuro y silencioso...
- Me imagino, debe ser igual a cuando pierdes un importante integrante de la familia y un ser querido muy amado... me pasó con mi papá, tengo vagos recuerdos de él, pero todos felices, después de eso lo extrañé demasiado, era niño y aunque mi mamá se hacía la fuerte frente a nosotros, en varias ocasiones la sorprendí llorando, no hemos sabido nada de él salvo que los milicos se lo llevaron del trabajo y luego lo vieron en Pisagua, después nada más, con los pocos medios que teníamos mi madre viajó hasta Santiago buscando información de mi padre
- ¡Qué horrible! ¿Por eso trabajas los fines de semana?
- Así es, tengo que apoyar a la casa mientras estudio
- ¡Oh, espera!
- Qué
- Algo pasa con Luz, cuidado
Iban llegando cuando ven a Luz saliendo del túnel gritando completamente trastornada siguiendo el viejo camino de subida del tren salitrero en dirección hacia la pampa.
- ¡Mierda, esa Luz dando la lata de nuevo!
- ¿Qué hacemos, Paula?
- ¡Volvamos a la moto!, ¡Tenemos que seguirla, rápido!
Paula y Jorge vuelven corriendo hacia donde está la moto en el monumento del Marinero Desconocido
- ¡La desgraciada, va muy rápido!
- ¿Puedes sentirla?
- Seh, tengo que activar mis poderes de madeliana para poder seguirla, si mi madre me viera me llevaría un tremendo reto...
Luego de una agotadora carrera, Jorge y Paula llegan a la moto y rápidamente salen tras Luz
- ¡Rápido Jorge, se está alejando mucho y ya casi la pierdo!
- Luz me comentó que la nave de los enemigos está en un lugar de antiguas minas, me dijo, en Huantajaya
- Ya veo, va para allá sola a enfrentar a los aimos, ¡que pesada!
- Ya más o menos cachamos dónde va, así que voy a aprovechar de parar un rato y cargar bencina pa no quedarnos botaos
- Dale.