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Chapter 20 - VIGÉSIMA NOCHE.

Es temprano en la tarde, Jorge y Paula, quienes habían salido del colegio estaban en camino para ver a Luz en el túnel, pero tienen que devolverse rápidamente al ver a Luz corriendo despavorida hacia la pampa por el camino viejo del ferrocarril el cual es prácticamente un sendero ya que los rieles y durmientes fueron retirados hace tiempo y con su pendiente muy baja casi horizontal.

Como conocen el destino de Luz, paran unos minutos para recargar de bencina la moto de Jorge.

- Mamá, Paula acá... mamá, estoy con Jorge en el servicentro que está en la salida de Iquique, Luz salió del túnel por el camino viejo del tren hacia la pampa, nosotros vamos tras ella, Jorge me dice que la nave de los aimos está en la zona de huantajaya, al poniente de la cuesta del toro

- ¿Qué es eso?

- Es un transmisor que mi madre trajo consigo cuando llegó acá

- ¡Bacán!, es como un teléfono inalámbrico y portátil

- Seh, nos ha servido mucho

- ¡Tecnología alienígena!

- Exacto, oye, mi madre me dijo que la esperemos acá pero larguémonos apenas termine de cargar esto

- Tamos listos

Mientras tanto Lina sale en el auto con Dieter tras los chicos.

- ¡Esa cabra weona de la Paula seguro no me hace caso y se va por su cuenta, más encima que anda con el Jorge en la moto!

En ese instante en la nave de los aimos, Mora ya está recuperada de todas sus lesiones.

- Bien Mora, ya has hecho suficiente reposo en tus tratamientos, es hora que ejercites un poco tu cuerpo, salgamos un rato afuera.

- Está bien.

Ya afuera de la nave, en los cerros Mora corre y se ejercita mientras el jefe aimo monitorea sus signos vitales y Menta observa, en un instante Mora se detiene y observa al sur poniente, Menta grita,

- ¡¡VAMOS MORA, MUÉVETE FLOJA!!

- ¿Sucede algo, Mora?

- Jefe, se viene...

- Qué cosa

- ¡La enemiga, viene hacia acá!

- ¿QUE?

- ¡Rayos!, Mora, trata de aguantar a esa tipa mientras nosotros vamos por las armas, ¡Menta, ven conmigo!

Mora detecta la proximidad de Luz, se pone varios metros delante de la nave, Luz se acerca muy rápido. Todos salen de la nave armados,

- ¡¡TODOS, ALEJÉMONOS DE LA NAVE, VAMOS HACIA EL ORIENTE, HACIA LAS RUINAS!!

- Bien pensado, jefe, Menta y yo somos la carnada, esa desgraciada puede sentir nuestros auras y va tras nosotras.

- ¿¡Qué, yo la carnada!?

El jefe aimo ordena evacuar la nave y dirigirse a un punto de defensa más ventajoso para sus posiciones,

- ¡Ese lugar es mejor, hay mucho donde esconderse y podemos tomar una disposición más defensiva, además, estamos lejos de la nave, la prioridad es que la nave no sufra daños!

- Si Jefe

El equipo de los aimos se dirige a las ruinas de Huantajaya, un poco al oriente de donde se encuentra la nave, en la zona están las ruinas de un antiguo poblado minero y todos los alrededores del lugar está lleno de socavones, pirquenes y trincheras, el terreno es una cuesta de pendiente suave que mira hacia el oriente. En la misma dirección donde termina la cuesta una planicie baja y extensa como un valle que recorre de norte a sur separa la separa de los cerros de la Cuesta del Toro frente a ella en dirección oriente.

Luego de sortear el talud costero, Luz sigue el camino de Hospicio recto hacia el oriente a través de la pampa del Boro hasta que antes de llegar a la cuesta de Toro se sale del camino a mano izquierda desviándose hacia el norte, rumbo a Huantajaya. Algunas personas la miran pasar sorprendidos cerca de las chacras de Alto Hospicio.

Algo más al interior pasa cerca de las ruinas de una planta de explosivos que un año antes había estallado en un fatal accidente que se llevó varias vidas de trabajadores.

Así Luz llega siguiendo la pista de Menta y Mora,

- ¡Mora, escóndete o nos van a pillar!

- ¡Y qué ganas, Menta, si ella ya nos está viendo, ella ve nuestros auras, donde sea que nos ocultemos no sirve de nada, si quieres vete a esconder, yo iré al frente a su encuentro lo más lejos de la nave!

- Mierda...

- ¡Menta!, si quieres ponte en algún parapeto como nosotros, si bien te puede ver en todo momento pero así se la haces difícil, y la esperas con el arma lista, como un francotirador, ¿Entiendes?

- Está bien, Jefe...

Las dos madelianas no tienen escondite por lo que sólo les queda esperar en posiciones defensivas, aún así Menta hace caso al jefe y va a buscar refugio en los abundantes pirquenes y trincheras del lugar, los aimos en cambio esperan parapetados con sus armas listas.

- ¡Oye Jefe, ¿vas a dejar a Mora ir adelante y exponerse de nuevo?

- Con ustedes dos no hay remedio, la enemiga es de su misma raza y las puede ver, da lo mismo lo que haga Mora siempre que pueda perjudicar a la enemiga

- ¡tshé!

En tanto Mora, alejándose lo más que pueda, piensa.

- Ya está cerca, he logrado aumentar mi poder pero veo que ella también... un momento... su mente... ¡está fuera de control!, algo hizo que hiciera corto circuito... ¡mierda, esto es muy peligroso, esa tipa ahora es más fuerte y peor aún, está fuera de quicio! ¡Nadie podrá hacer algo ante ella, tendré que yo tratar de controlarla!

Mora mira hacia atrás e intenta gritar a sus compañeros, pero justo llega Luz, que con sólo su poder, sin tocarla, la golpea. Mora sale despedida, a pesar del golpe logra controlar la caída.

- ¡Ni siquiera me tocó y sentí un mazazo que me golpeó el costado!

Menta y los aimos abren fuego, se despliegan los drones en ataque.

- ¡Esa tipa está completamente loca y eso la hace más peligrosa, ni siquiera estoy en su nivel!... pero qué se le va a hacer, no hay opción, ¡lucharé por mi vida!

Mora se levanta y sale corriendo al descampado al encuentro de Luz, ésta sólo la observa, ninguno de los disparos la toca, entonces a cierta distancia Mora se detiene y observando también a Luz aumenta su nivel de concentración.

- ¡Todos dependen de mí, necesito más poder!

Mora aumenta su poder de concentración al máximo muy rápidamente al punto que en un instante se encuentra en un nivel límite donde su cuerpo apenas aguanta.

Luz se lanza al ataque en vertiginosa velocidad, Mora la puede ver pero milimétricamente la esquiva, pero Luz la sigue atacando, Mora aguanta algunos golpes pero finalmente a pesar de cubrirse es derribada. Luz la mira fijamente y por primera vez Mora siente miedo, en eso una serie de disparos de láser atraviesan el cuerpo de Luz sin causar daño, Mora no le quita los ojos de encima y tiene que esforzarse para captar sus movimientos a una velocidad casi imperceptible, vuelve a aumentar su concentración y contraataca.

En tanto Jorge y Paula ya van subiendo el cerro en la moto.

- ¿Y, pudiste sentir algo, Paula?

- Nada todavía, oye Jorge, más adelante toma el camino del zig zag para llegar más directo.

- Afírmate bien.

- Si, igual tengo miedo pero necesitamos llegar donde Luz...

Paula hecha una mirada hacia la ciudad, ir a una altura tan considerable en un vehículo tan frágil como una moto le provoca miedo, lo que hace que aparte la mirada y apriete las costillas de Jorge.

- ¿Vas bien?

- Mas o menos

Después de la primera curva ya pueden ver el camino anexo del zig zag.

- Prepárate Paula porque ahora la subida va a ser más empinada.

En el costado del camino Jorge detiene la moto, muy cerca de sus pies está el precipicio, por lo menos unos 500 metros de altura, Paula prefiere mirar al cerro. Jorge espera un rato a que no hayan automóviles en circulación para poder virar atravesando tranquilo la carretera y meterse al zigzag.

- ¡Vamos!

Paula abraza fuerte a Jorge.

- Me sorprendes Paula, yo te conocía con más templanza.

- ¡Ya cállate, sigue manejando!

- jajajaja

A pesar del apuro el camino es traicionero, serpentea una pendiente casi vertical, los codos del zigzag describen curvas muy cerradas, además de los codos hay muchas curvas que pueden hacer aparecer algún auto de improviso, Jorge prefiere subir con precaución, la pendiente de subida del camino es más aguda que la de la carretera por lo que el motor de la moto tiene que esforzarse más para trepar, ya casi cuando van llegando a la cima del cerro, Paula puede sentir nuevamente a Luz.

- ¡Jorge, Luz, ya está peleando con las otras, las puedo sentir, son tres!

- ¿Ya te sientes mejor?

- ¡Sí, ahora que llegamos a la pampa vayamos rápido!

- ¡Hemos tenido suerte de no toparnos con ningún paco!

- ¡Menos mal!, lo que si, más tarde me voy a llevar un buen reto de mi mamá por no haberla esperado...

- Oye Paula, ¿qué sugieres hacer cuando lleguemos?

- mantengámonos alejados, la cosa está peligrosa, creo que al llegar no podremos hacer nada, además, estamos como enemigos de esos tipos.

- Entonces mantengámonos a distancia, observando la cosa y con las armas listas

- Exacto. Evitemos hacer algún movimiento al menos hasta que mi madre llegue.

Ya superado el talud, arriba donde el terreno se vuelve plano, Paula y Jorge toman el camino recto hacia el oriente por donde estaba la antigua base aérea Los Cóndores en dirección a la Cuesta del Toro.

En tanto Mora logra detener a Luz, pero concentra todos sus ataques, Luz golpea incesantemente a Mora con golpes de puño y patadas, y ésta tiene su aura al máximo para cubrirse y una postura defensiva aguantando todos los golpes, pero tiene que sostener su posición por mucho tiempo, Mora ya siente el agotamiento y sus brazos adoloridos, a pesar que Luz no la toca directo si la sacude, Los drones se aproximan por la espalda de Luz y disparan, aún así Luz puede detener los disparos.

- ¡Uffff... ufff... esto es una locura, estoy al límite, pero si desactivo mi defensa, esta loca me va a moler a golpes, más encima ésta loca se da el lujo de parar los láseres y matarme al mismo tiempo!...

Los drones se aproximan a Luz sin dejar de disparar, tres disparos hieren superficialmente a Luz, Mora aprovecha este movimiento para alejarse de Luz de un gran salto hacia atrás, Luz desvía los disparos y los aimos aprovechan de abrir fuego una vez más, Luz está bajo una lluvia de disparos láser, Mora piensa,

- ¡Tengo que aprovechar de tomar aliento una vez más!

Pero en ese instante de pausa se termina abruptamente cuando el aura de Luz crece de manera explosiva desviando todos los disparos, todos los rayos salen en distintas direcciones lo que obliga a refugiarse a todos en la redonda, incluso Paula y Jorge, que llegan a lo lejos, tienen que esquivar algunos rayos, Mora por poco es atravesada por uno y al ver tal despliegue de poder una reflexión llega a su mente:

- ¡Esta mujer me va a matar, está fuera de todo raciocinio aún estando herida!, me estoy jugando el pellejo, ¿pero por qué razón, qué me hace sostener esta pelea?, es cierto, ahora estoy peleando por mi vida, pero por qué desde un principio estaba en el bando de los aimos, ¿Acaso no soy de la misma raza de esa mujer?

Estos pensamientos hacen que Mora por primera vez entre en pánico y se aleja, Luz la persigue ignorando a los demás.

Mientras Mora huye, a gran velocidad con el nivel de concentración máximo en un último esfuerzo.

- ¡Tengo que huir!, ¡No quiero morir!... Menta y los otros están allá pero no están al nivel, pronto serán presa de esa loca.

Mora logra alejarse del campo de batalla a gran velocidad, encuentra un socavón minero abandonado y sin pensarlo se arroja, en la caída se golpea en las paredes rocosas hasta que cae en un recodo del túnel.

Del otro extremo del campo de batalla llegan Jorge y Paula, quiénes se acercan agachados y con cuidado, tratando de no ser vistos detrás de las rocas, Paula viene preparada con su equipo de exploración, entre cantimploras y linternas, y saca sus prismáticos.

- ¡Por allá hay una polvareda cuática!

- Luz está allá, está siendo acribillada por esos objetos voladores y los enemigos parapetados al otro extremo... aparentemente no le causan daño, las heridas se multiplican, Luz simplemente las ignora

- ¡Pero qué mierda!

- Guarda la calma, Jorge, dijimos que no intervendremos en una situación tan peligrosa, toma los prismáticos.

Jorge observa la situación pero se ve visiblemente alterado, saca su pistola.

- Se nota que Luz está fuera de sí, su aura se ve muy alterada, acercarse puede ser peligroso, incluso a mi me puede tomar como enemiga... ¡Tu tranquilo, Jorge!

En ese momento Mora empieza a tener sentimientos de soledad, en el fondo del pirquén, donde llega poca luz no ve ayuda alguna en ninguna parte, instintivamente piensa ocultarse a la percepción de Luz, apagando su aura y minimizando su presencia. Acurrucada y muerta de miedo reduce su nivel de concentración para hacerse invisible a Luz,

- Por favor, por favor, que alguien me ayude, ya no puedo más...

Como mantras repite sus ruegos por alguien que la ayude, quiere hacerse indetectable, su mente aún quiere huir intentando desconectarse de la realidad vaciando su mente, al hacerlo, sus funciones vitales disminuyen, intenta apagar también su actividad mental tratando de tranquilizarse, nota que su cuerpo se enfría y se aletarga, y sus funciones cerebrales disminuyen. Ya no puede sentir nada, siquiera la fuerte presencia de luz, ya no funciona su telepatía, no piensa en nada y ha caído en inconsciencia, pero sigue bajando... antes de perder la conciencia completamente alcanza a susurrar en un último aliento:

- ...que alguien me ayude...

Tanto ha bajado que su cuerpo se enfría completamente y está casi como muerto, sólo unos muy débiles latidos revelan que aún está viva, ha perdido la conciencia pero de pronto a su subconsciente, como un sueño, llegan imágenes extrañas y a la vez familiares, como estar en el cuerpo de otra persona, paisajes distintos, recuerdos que no son de ella, niveles de conocimiento ilimitado, gentes que le parecen también familiares, luego sus últimos momentos cuando es enviada a una cárcel, y nombres de gente que no conoce se le vienen a la mente, llevada por una piloto llamada Miljayu, por defender a una niña llamada Nélide, cuando son capturadas, y al final de todo eso destaca la gentil figura de una mujer de larga cabellera rubia y lisa, la reconoce, su nombre es Amethys.

- ¡Te conozco!, pero no sé de donde... Creo que eras alguien con autoridad, ¿acaso fuiste una especie de maestra mía?

- Acá hay un espejo, asómate y obsérvate en él.

Mora se acerca y se mira en él pero sucede algo extraño, su rostro y facciones son las mismas pero su aspecto es distinto. Mora queda impactada al verse con otro aspecto, en eso la voz de Amethys le dice que el verdadero poder no está fuera de ella sino en su interior:

- ¡Debes buscar en tu interior tu verdadero poder, cuando veas la verdad en tí, el miedo y la desesperación desaparecerán y no sentirás la necesidad de depender de nada salvo de tí misma!.

Afuera, Luz enardecida deja de percibir la presencia de Mora, es como si se hubiese esfumado del universo, la busca infructuosamente ignorando los disparos pero luego vuelve por los demás.

- ¡Ahí viene la maldita!, ¡Jefe, haga algo!

- ¡Todos, concentren el fuego sobre la enemiga!

- ¡Mora, esa estúpida dónde se metió!

- Es posible que haya sido eliminada, ¿Tú la puedes percibir?

- ¡Yo no sé nada de esas cosas!

- ¡Sami, dispara la artillería de positrones!

- Si jefe

Una enorme descarga de energía con el poder de artillería mayor es disparada hacia Luz, quien tiene que retroceder para esquivarla, mientras los drones siguen fusilándola sin cesar.

- Muchachos, retrocedamos a posiciones más seguras, Sami, continúa el fuego

- Si jefe

Con la artillería mantienen a raya a Luz mientras se mueven buscando socavones profundos para cubrirse. De pronto Luz toma el control de dos drones y los arroja como proyectiles hacia el cañón, haciéndolo estallar, el pobre Sami sale volando.

El Jefe aimo se cubre y continúa disparando desesperadamente, Menta pierde el control y presa del pánico logra huir al descampado, cuando Luz se acerca por las ruinas, Menta dispara frenéticamente su arma mientras huye, Luz salta y se dirige donde ella y la fulmina de un golpe, Menta sale volando y cae inconsciente.

Mora en su escondite, en su estado de inconsciencia, escucha clara y fuerte la voz de Amethys:

- "¡DEBES DESPERTAR!".

De pronto abre sus ojos, su cuerpo que estaba inerte con aspecto de muerto empieza a tiritar entumecida por el frío, se da cuenta que estuvo a un pelo de morir. Desconcertada mira alrededor y mira su cuerpo, y luego exclama:

- ¡Yo soy Dabriánide!-

Al despertar, Dabriánide conserva los recuerdos de Mora junto con los suyos, la tranquila y paciente Dabriánide y la impetuosa y decidida Mora. Nota de inmediato lo peligrosa de la situación y que debe detener a Luz, sale arrastrándose del socavón y con dificultad se incorpora, la escena es escalofriante, Menta en manos de Luz muy golpeada y los aimos entre las ruinas del pueblo.

- Acá hay tres madelianas, ¡Esa es la hermana Nélide, pero está demasiado alterada... está fuera de control!, la otra es aquella piloto que me acompañaba cuando me capturaron... y hay una tercera... está más lejos fuera del alcance de Nélide, no la siento hostil y tal vez me pueda ayudar, pero antes...

De pronto, así de un golpe Dabriánide eleva muy alto su nivel de concentración, mucho más de lo que era capaz antes Mora. Luz lo percibe como una explosión, al instante abandona a Menta mal herida y se dirige a atacar a Dabriánide, ésta exclama:

- ¡Soy la sacerdotisa mayor Dabriánide, del monasterio Dahmahadish y consejera de la Superior Amethys, soy la ayuda que rogabas, Mora, siempre estuve dentro de tí y ahora entraré en acción! -

Paula se da cuenta que algo está pasando.

- Hace un rato que dejé de percibir el aura de la morada, ¡pero ahora aparece el de otra persona!... necesito verlo...

- ¿De qué estai hablando?

- No estoy segura, pero creo que la personalidad de la morada desapareció y fue reemplazada por la de otra tipa... porque siento que es el aura de otra persona pero usando el mismo cuerpo, extraño...

- No entiendo nada...

Paula sale del escondite de ambos para acercarse a la zona donde siente a Dabriánide, pero no puede avanzar mucho, Jorge se queda pasmado poero luego reacciona y va tras ella.

En un instante, nuevamente Dabriánide escucha la voz en su mente, es la Superior Amethys.

- Ahora recuerdo, cuando fuí detenida por segunda vez, antes que me llevaran la Madre Amethys me inyectó un poco de su conciencia, fue casi imperceptible, por eso puedo oír su voz dentro de mí.

En eso llega Luz pero Dabriánide la detiene sin tocarla con una especie de campo de fuerza y extendiendo sus dos brazos hacia ella, 

- ¡Hermana Nélide, estás tan herida!

Dabriánide observa horrorizada a Luz. Los drones que perseguían a Luz disparan indiscriminadamente a ambas, Dabriánide despliega un campo de fuerza que cubre a ambas.

- ¡¡¡YA BASTA!!!

SIn soltar a Luz, Dabrianide empieza a manejar a los drones a su voluntad y los apunta hacia los aimos, como los drones no cesaban de disparar, una lluvia de láseres los cubren,

- ¡¡¡SAMIIII!!!, ¡¡¡ALTO EL FUEGOOOOOO, DETÉN EL FUEGO DE LOS DRONES!!!

- Si jefe

Dabriánide finalmente estrella los drones contra el arma de artillería de los aimos, el cual explota mandando a volar a ambos, quiénes no se percatan y creen que fue obra de Luz.

- ¡Vaya que has cambiado, hermana Nélide! - Dabriánide está al borde del llanto, pero no hay tiempo para eso, apenas puede contener a Luz.

Luz forcejea sin éxito cuando la voz de Amethys le habla en la mente a Dabriánide,

- Hermana Dabriánide, Nélide está tan fuera de sí y está en una situación tan delicada que no es capaz de reconocer tu aura, por lo que debes tratarla con cuidado, por seguridad de ella y tu propia seguridad

- Entiendo, Madre Amethys, pero no será fácil, si bien en control de poder soy superior, pero en habilidades de combate Nélide es mucho mejor, y ahora está completamente desarrollada y muy fuerte... aquí habemos cuatro madelianas, Nélide, la piloto, una desconocida que está con un humano y yo, la piloto tiene su conciencia dormida como estaba yo, necesito despertarla para que me ayude, la otra madeliana no tiene intenciones hostiles.

- Trata de no dañar más de lo necesario a Nélide, sólo hay que contenerla.

- Entiendo, Madre.

Terminan de hablar cuando Dabriánide suelta el campo que la protege y al instante da un golpe de energía que lanza a Luz muy lejos, eso le da una breve pausa,

- Perdóname Nélide...

Los Aimos miran sorprendidos desde la distancia, no lo pueden creer, Luz tenía completamente dominada a Mora quien no podía siquiera reaccionar. Menta despierta adolorida y ve a Mora, pero le parece otra persona,

- ¿Mora?, ¿Qué pasa con Mora?

De pronto escucha la voz de Mora en su cabeza,

- ¡Menta, aléjate de los aimos y ayúdame!

- ¿Eh?, ¿Qué es esto?, ¿Por qué estás tan lejos e igual puedo escucharte?

- ¡Vamos Menta, ayúdame!

A Menta le cuesta procesar lo que sucede, Mora tiene un aura distinta, de un poder superior ilimitado y una seguridad en sí misma pasmosa, Menta observa la situación entre una Mora completamente distinta y poderosa y Luz también muy poderosa y fuera de sí, entonces entra en pánico y arrastrándose trata de escapar del lugar.

- Yo ya no quiero quedarme aquí, me largo, ¡a la mierda con todo!

- Menta se está moviendo, al menos se está alejando de los aimos pero está huyendo del campo de batalla, voy a tener que darle alcance como sea...

Dabriánide necesita despertar a Menta para controlar a Luz y deshacerse de los Aimos pero no tiene mucho tiempo para pensárselo.

Luego del golpe, Luz cabreada se reincorpora y Dabriánide le dice,

- ¡Escucha Nélide, será bueno que te detengas ahora, tu nivel de poder ha aumentado mucho pero tu mente es inestable y tu cuerpo ha madurado recientemente y puedes hacerle daño si te sobreesfuerzas, despierta!, ¡Aún eres una aprendiz!

Luz se lanza al ataque y da un potente golpe, Dabriánide vuelve a poner su barrera y detiene el golpe de Luz, pero la potencia del golpe la hace arrastrar los pies hacia atrás por la inercia, Luz vuelve a golpear repetidamente, más rápido y con mayor poder hasta que logra derribar a Dabriánide,