Una vez que confirmó que el dulce era auténtico, el corazón de Li Huowang comenzó a latir con fuerza.
¡Necesito decírselo al Doctor Li!
Sin embargo, cuando estaba a punto de dar el primer paso, se detuvo. Pronto, otros pensamientos inundaron su mente.
Sabía que el caramelo no era lo único que había visto en su alucinación. Había otros objetos también, ¡y algunos de ellos eran mucho más valiosos!
Mientras saboreaba la dulzura del caramelo en su boca, caminaba arrastrando los pies por su barrio.
¡Esta es una oportunidad! ¡Tanto Yang Na como yo podemos volvernos ricos! ¡Diablos, incluso podría llegar a la cima de mi vida!
Rápidamente se dio cuenta de las implicaciones de todo esto.
No debo decírselo al doctor Li. Lo último que necesito ahora es que me arrastren a un laboratorio para que me diseccionen. Además, esto no es algo que caiga bajo su jurisdicción.
Pero aún así... no es algo que pueda hacer a la ligera. Tengo que entender la lógica que se esconde detrás de este fenómeno.
Un plan empezó a gestarse dentro de su mente.
Justo cuando estaba formulando un plan, la habitación a su alrededor comenzó a distorsionarse, desvaneciéndose lentamente.
Huowang ya se había acostumbrado a este fenómeno. Rápidamente metió sus deberes y libros de texto en su mochila y la arrojó hacia un rincón de la habitación para evitar que se rompiera mientras estaba en la alucinación.
Inmediatamente presionó el botón rojo que estaba al lado de su cama y, segundos después, varias enfermeras irrumpieron en la habitación y lo sujetaron en la cama.
Cuando abrió los ojos de nuevo, estaba de nuevo dentro de la cueva fría y oscura. Los otros discípulos deformes lo miraban con curiosidad.
Se sentó del frío suelo de piedra y una vez más examinó su entorno para obtener una nueva comprensión.
Incluso si esto era sólo una alucinación, todo a su alrededor se sentía como tesoros guardados dentro de una bóveda.
Quizás no estaba enfermo. Quizás había adquirido un extraño poder que ni siquiera los médicos conocían.
Tal vez no estoy enfermo. Sí, así es. No estoy enfermo.
Había sufrido su enfermedad durante mucho tiempo y sufría discriminación por parte de todos dondequiera que fuera.
Era como si desde que empezó a sufrir alucinaciones ya no fuera un humano sino un mutante.
Sólo el mero pensamiento de finalmente liberarse de ese estigma y discriminación lo emocionaba.
Li Huowang, que ahora estaba de bastante buen humor, se rió entre dientes mientras se acercaba a un tipo calvo que estaba cerca de él. "Jaja, esto es interesante".
"¿Por qué se están reuniendo y holgazaneando? ¡Rápido, vayan y vuelvan a trabajar! Si la droga guía que solicitó el Maestro no está lista y arruina su oportunidad de convertirse en Inmortal, ¡los desollará a todos vivos!" Una voz rencorosa resonó desde la entrada.
Li Huowang se volvió hacia la voz y vio que era el mismo taoísta que lo había convocado antes, Xuan Yang. Seguía siendo arrogante como siempre; era como si fuera una vergüenza para él hablarles a todos.
Al ver la valentía de Li Huowang, Xuan Yang sintió que su autoridad estaba siendo desafiada. Sacudió el batidor de cola de caballo en su mano y lo confrontó. "Discípulo Li, pensar que no terminaste convirtiéndote en parte de la medicina guía para el Maestro. Es una verdadera vergüenza".
Mientras tanto, Li Huowang ni siquiera se molestó en prestar atención a sus palabras. Toda su atención se centró en un colgante de jade atado a la cintura de Xuan Yang.
Esto debe ser una antigüedad. Si pudiera conseguirlo y traerlo al mundo real, valdría mucho dinero, ¿no? Pero, ¿cómo debería hacerlo? ¿Debería simplemente tomarlo y colocarlo cerca de mi pecho, tal como hice con ese caramelo?
Cuando Xuan Yang vio que Li Huowang permanecía en silencio, pensó que le tenía miedo, se burló y salió de la cueva.
Li Huowang miró fijamente la espalda de Xuan Yang y pensó en su plan. Quería tomar el colgante de jade y ver si podía traerlo de vuelta al mundo real. La forma más fácil de hacerlo era robarlo por la noche.
Es un colgante de jade realmente bonito y pronto será mío.
En ese momento, una mano blanca, que reflejaba levemente la tenue luz dentro de la cueva, tiró suavemente de la manga de Li Huowang. Al mismo tiempo, una voz suave le habló: "Discípulo Li, vuelve rápidamente al trabajo o no podrás comer".
Li Huowang se giró y vio que era la niña que sufría de albinismo a quien había ayudado antes.
Pensó en algo antes de sacar el caramelo negro parcialmente derretido y colocarlo en su mano. Luego, regresó a su lugar y tomó el mortero, continuando con su trabajo.
Actualmente, no podía permitirse el lujo de hacer algo fuera de lo común, ya sea en el hospital o dentro de la alucinación.
No debía contarle a nadie acerca de este poder impactante. Planeaba explorar lentamente las reglas de este poder antes de decidir su próximo movimiento.
La mundana tarea de triturar drogas finalmente llegó a su fin por ese día.
Ya era tarde por la noche. En medio de la oscuridad y el sonido de los ronquidos, Li Huowang abrió los ojos.
Estaba oscuro. No había ventanas ni luces. Tuvo que palpar lentamente la cueva y dirigirse hacia la salida.
Primero se acercó a su puesto de trabajo y recogió el polvo de una roca verde que había molido antes. Brillaba suavemente y proporcionaba la luz suficiente para caminar por la cueva.
Aunque parecía extremadamente llamativo dentro de la cueva completamente oscura, no le importó.
Incluso si me descubren, volveré al hospital. Tengo una forma de escapar de esto, así que no hay nada que temer.
Se aseguró a sí mismo mientras caminaba solo por la cueva.
La alucinación era algo que él mismo había provocado, así que ¿cómo podía tenerle miedo? No tenía miedo, aunque no podía controlar la alucinación.
La cueva era grande, pero como Li Huowang había estado allí durante bastante tiempo, podía recorrerla con bastante facilidad.
Pronto llegó a la pequeña cueva de Xuan Yang. Era sencilla, pero la gran cama que tenía para él solo era suficiente para demostrar cuánta autoridad tenía en comparación con el resto de ellos.
Li Huowang se sorprendió al ver que Xuan Yang no estaba en la cueva. Sin embargo, su ropa estaba allí. A Li Huowang no le importó en absoluto e inmediatamente agarró el colgante de jade de la túnica taoísta.
Salió a escondidas de la cueva y examinó cuidadosamente el colgante de jade bajo la tenue luz del polvo de piedra verde.
El colgante de jade era sorprendentemente liso y transparente. Imágenes de nubes y patrones intrincados estaban tallados en el jade. Incluso un aficionado podría decir que se trataba de un jade de excelente calidad.
Mientras examinaba atentamente el colgante de jade, Li Huowang se sentía cada vez más feliz. Si realmente pudiera traerlo de vuelta al mundo real, ¡podría pagar fácilmente la matrícula universitaria de cuatro años de él y de Yang Na!
"Jejeje~ Señorita Yang Na, prepárese para convertirse en una dama rica". Li Huowang murmuró esas palabras antes de colocar el colgante de jade dentro de su ropa y marcharse.
Hasta ese momento todo había transcurrido con relativa normalidad. Justo cuando llegó a la entrada se encontró con un grupo de personas que subían unas escaleras.
Eran casi de la misma edad que Li Huowang y eran niños y niñas. El miedo cubría sus rostros mientras eran iluminados por una antorcha parpadeante.
Ambas partes quedaron sorprendidas y ninguna hizo ruido durante bastante tiempo.
Al final, Li Huowang fue el primero en romper el silencio. Levantó la mano que sostenía el polvo de roca verde y los iluminó. "Xuan Yang, tu ropa... ¿Te asignaron a la Sala de Preparación?"
No era solo Xuan Yang. Los demás también tenían responsabilidades asignadas en diferentes sectores. Uno de ellos incluso fue el que había avivado el horno antes.
Pero, independientemente de cuáles fueran sus tareas habituales, todos llevaban ropa hecha de tela basta. Ninguno de ellos tenía encima nada más que su ropa.
Xuan Yang no era tan arrogante como lo era durante el día. Su expresión cambió rápidamente antes de acercarse a Li Huowang y susurrar: "¡Vamos! ¡Tenemos que irnos, ahora! ¡Es hora de dejar este lugar! ¡Ya he sobornado al discípulo que custodia la entrada de la cueva!"
"¿Irse? ¡Oooh! Ustedes están tratando de…"
Antes de que Li Huowang pudiera terminar su oración, Xuan Yang ya le había tapado la boca.