Sholan y Wanda permanecieron en las ruinas de Heven, la atmósfera aún vibrante por la invocación previa del Shenlong terrenal. Sin embargo, lo que venía a continuación era completamente distinto.
Sholan sacó las Super Esferas del Dragón de su inventario. A diferencia de las esferas comunes, estas eran colosales, del tamaño de planetas pequeños.
Wanda quedó sin palabras. "¿Eso son… esferas del dragón también?"
Sholan asintió. "Las originales, creadas por Zalama. Estas son de nivel divino."
Las esferas se elevaron en el aire, brillando con una intensidad dorada que iluminó el cosmos. Luego, un rugido descomunal sacudió la realidad misma.
El espacio se rasgó y un ser inconcebible emergió. Super Shenlong, el Dragón del Multiverso, apareció con su cuerpo dorado extendiéndose más allá de la comprensión humana. Su mera presencia hacía temblar el tejido del universo.
Wanda sintió un escalofrío recorrerle la espalda, su sistema resonando con el poder abrumador del dragón. Red Queen apareció en su interfaz, indicando que la cantidad de energía detectada superaba cualquier otra registrada.
Super Shenlong habló en su idioma divino, pero esta vez, Sholan entendió cada palabra gracias al lenguaje que había instalado en su sistema.
"Has reunido las Super Esferas del Dragón. Pide tu deseo."
Sin dudar, Sholan respondió en el mismo idioma celestial:
"Quiero que, una vez un deseo sea concedido, las Super Esferas del Dragón vuelvan a mi inventario en lugar de dispersarse por el universo."
Super Shenlong rugió, su voz sacudiendo el cosmos.
"¡TU DESEO HA SIDO CONCEDIDO!"
Una luz dorada envolvió las esferas, y tras cumplir su función, desaparecieron, regresando al inventario de Sholan. El dragón se desvaneció lentamente, dejando tras de sí un vacío insondable.
Wanda aún estaba sin aliento. "Eso fue… fue…"
Sholan sonrió. "Un espectáculo divino, ¿verdad?"
Ella asintió, todavía procesando lo que acababa de presenciar.
De vuelta en la Tierra, el grupo tenía tres días antes de partir. Cada uno aprovechó ese tiempo para prepararse de distintas maneras.
Sholan y Wanda:
Wanda cumplió su misión de pasar todo el tiempo posible con Sholan. Juntos repasaron técnicas de combate, sincronizaron sus energías y fortalecieron su vínculo. Durante un entrenamiento conjunto, Wanda descubrió que su magia era más estable y eficiente gracias a la Purificación Arcana que obtuvo como recompensa.
Pietro:
Pietro dedicó los días a perfeccionar su Paso Fantasma, corriendo a través de objetos más densos y extendiendo su tiempo de intangibilidad. White Queen le indicó que su sincronización con la Speed Force había aumentado un 15%.
Gabriel y Trevor Belmont:
Ambos guerreros de la Orden de la Luz pasaron su tiempo reforzando sus armas y practicando con Sholan. Gabriel, en particular, mostró un gran interés en el entrenamiento de Psylocke con la katana, aprendiendo algunos movimientos de ella.
Rogue:
Ahora con control total de sus habilidades gracias a la reescritura de su ADN, Rogue experimentó su nueva vida sin temor a absorber accidentalmente a otros. Practicó con Sholan y Magik, aprendiendo a canalizar su propia energía sin depender de poderes ajenos.
Magik:
Magik aprovechó el tiempo para enseñarle a Wanda algunos principios de la magia oscura, mientras perfeccionaba su dominio del teletransporte y combate con su Espada Alma.
Psylocke:
Psylocke entrenó su cuerpo y mente en la Mansión X, enfocándose en mejorar su control telepático y su habilidad con la katana. También pasó tiempo con Gabriel, intercambiando conocimientos de combate.