"¿Joven, te gusta el duelo?"
En un espacio vacío y etéreo, una niña con largos cabellos plateados miraba a Araki mientras le hacía esa pregunta.
"¿Duelo? ¿Te refieres al juego de cartas Yu-Gi-Oh!?" Araki miró con recelo el vacío que lo rodeaba. Recordaba claramente que estaba de camino a casa desde la tienda de cartas cuando un camión se saltó un semáforo en rojo y lo embistió...
"Así es, has muerto trágicamente." Los ojos celestes y profundos de la niña lo observaron con serenidad. "Ahora, dependiendo de tu respuesta, decidiré si enviarte a un mundo donde los duelos lo son todo, o permitir que renazcas en otra vida."
"¿Quieres decir que si respondo que me gustan los duelos, podré seguir viviendo?" preguntó Araki, con la mirada baja y un tono indiferente.
La niña no respondió a su pregunta, sino que insistió:
"Respóndeme, ¿te gustan los duelos?"
"Por supuesto que... los odio." Araki no dudó al responder.
"Razón," continuó la niña con calma.
"¿Hace falta alguna razón para eso?" Araki dejó escapar una risa fría. "Por mucho que los monstruos de duelo sean divertidos, en esencia, sigue siendo un juego donde el 50 % depende de la suerte, el 30 % de la potencia del mazo y solo el 20 % de la habilidad, ¿no es así?"
"¿Elevar un juego donde la habilidad no llega ni a la mitad a un estatus supremo? No puedo ni imaginar lo retorcido que debe ser ese mundo. Es aterrador, realmente aterrador. Prefiero reencarnar, gracias. Ah, por cierto, aunque no conserve mis recuerdos, ¿podrías arreglar que en mi próxima vida sea una hermosa chica? Siempre he querido saber cómo se siente ser una."
"Decidido, te enviaré al Continente del Duelo," dijo la niña mientras asentía con tranquilidad.
"¿De verdad lo harás? Eso sería genia... espera un momento." Araki se dio cuenta de que algo no cuadraba. "¿Qué acabas de decir?"
"Dije que te enviaré al Continente del Duelo," repitió la niña con calma.
"¿Qué? ¿Hablas en serio?" Araki frunció el ceño. "Pero acabo de decir que lo odio, no que me gusta."
"Porque yo también lo odio," explicó la niña, frunciendo sus adorables cejas. "Soy la diosa del Continente del Duelo, la Diosa del Duelo, Yi. Al principio, mi intención era usar los duelos para traer felicidad a todos, pero desde que los humanos descubrieron el inmenso poder contenido en ellos, los duelos han cambiado por completo."
"Los criminales pueden usar los duelos para escapar de la policía.
Los despreciables son alabados solo porque son buenos duelistas.
La investigación científica siempre se centra exclusivamente en cómo aprovechar la energía de los duelos.
Quienes no tienen talento para los duelos son considerados inferiores."
"Los duelos no traen felicidad; al contrario, mucha gente se ve obligada a apostar todo lo que tiene en ellos," continuó Yi con una expresión sombría. "No me gusta este mundo."
"..." Araki parpadeó, sintiendo un mal presentimiento. "Entiendo tu punto, pero ¿qué tiene que ver eso conmigo?"
"Necesito tu ayuda." Yi extendió su delicada mano hacia él. "Mi objetivo es abolir la ley que prioriza los duelos y eliminar la energía asociada a ellos, devolviendo los duelos a lo que deberían ser: un simple juego."
"Entonces, hazlo tú," replicó Araki en tono sarcástico.
"Una diosa no puede crear una roca que no pueda levantar," dijo Yi, sacudiendo la cabeza. "No puedo ir en contra de mis propias leyes."
"Si ni siquiera una diosa puede hacerlo, ¿por qué crees que yo sí puedo?" preguntó Araki, desconcertado.
"Porque eres muy fuerte," respondió Yi. "Aunque digas que odias los duelos, eres muy fuerte. Aunque critiques todos los defectos de los duelos, eres muy fuerte. Aunque los duelos dependan mucho de la suerte, sigues siendo muy fuerte."
"Si la habilidad y el mazo constituyen el 50 % de un duelo, tú llevas esas dos cosas al extremo, alcanzando incluso el 51 %."
"¿En serio? Porque yo no sabía que era tan fuerte," respondió Araki con desconfianza.
"Aunque no lo sea, tendrá que serlo," dijo Yi mientras colocaba sus pequeñas manos sobre las mejillas de Araki. "Ya no tienes opción. ¡Vamos, al Continente del Duelo!"
"Espera... todavía no estoy list... ¡Ugh!"
La visión de Araki se oscureció y un mareo nauseabundo lo invadió antes de perder la conciencia.
Cuando volvió a despertar, se encontró sentado en las gradas de un estadio.
"¿Dónde estoy?" preguntó Araki mientras se frotaba la cabeza, todavía desorientado.
"Este es el estadio de la Academia de Duelistas, la institución más antigua del Continente del Duelo," respondió una voz fría. Araki miró hacia la fuente del sonido y vio a Yi, quien flotaba a su lado como un espectro.
"¡No soy un espectro! Es mi avatar espiritual," corrigió Yi, adivinando sus pensamientos. "Además, eres el único que tiene el honor de verme. ¿Qué tal? ¿No estás agradecido hasta las lágrimas?"
"Tsk, ¿no es solo un sueño?" murmuró Araki con escepticismo.
"Enfréntalo: eras alguien que ya estaba muerto. Ahora tienes la oportunidad de seguir viviendo. ¿No es eso algo bueno?" Yi dijo mientras se cruzaba de brazos, hinchando su pecho plano con algo de orgullo. "No te preocupes, si me sigues, tendrás tus beneficios."
"Creo que tienes razón. Así que, ¿puedes darme un hack? Nunca he oído hablar de un viajero dimensional que no tenga uno," dijo Araki, adaptándose rápidamente a la situación y pidiendo un truco especial.
"Tu hack ya está preparado," aseguró Yi con un gesto confiado. "Deja todo en mis manos."
"¿Dónde está? ¿Es un sistema? ¿Del tipo que te da premios incluso por caminar dos pasos?" preguntó Araki, parpadeando con expectativa.
Sin embargo, ante la mirada llena de desesperación de Araki, Yi se señaló a sí misma con el pulgar. "Conmigo, una diosa omnisciente y todopoderosa, a tu lado, ¿qué más podrías desear? ¡Yo soy tu hack!"
"..."
Araki guardó silencio por un momento antes de levantar su mano derecha. "Entonces, dame un mazo completo de Dragones Gobernantes en su mejor época o una baraja completa de Zoodiac en su apogeo."
"No hay."
"¿Entonces un mazo de Drytron?"
"No hay tampoco."
"¿Virtual World?"
"Cof, cof," Yi carraspeó un par de veces antes de colocar un mazo en la mano de Araki. "Dado que ahora solo soy un avatar y no tengo demasiada energía de duelo, este es el límite de lo que puedo materializar. Por ahora tendrás que conformarte."
"¿Qué es esto?" preguntó Araki, mirando el mazo con curiosidad.
"Tu mazo favorito: Madolche," respondió Yi con orgullo.
"Me faltan muchas cartas," comentó Araki mientras revisaba las cartas una por una. Notó que no había hand traps, que faltaba la Madolche Puddingcess, y que incluso las cartas que solía usar como Solemn Warning y Solemn Judgment no estaban.
Yi desvió la mirada, evitando los ojos de Araki. "Es... es algo temporal. Mientras sigas ganando duelos, yo acumularé energía de duelo suficiente. ¡Cuando eso suceda, podré materializar cualquier carta que quieras!"
"Está bien, está bien, deja de venderme humo. Dime qué tengo que hacer ahora," dijo Araki con resignación.
"¿Ves a ese grupo de estudiantes que están duelando allí abajo?" Yi señaló hacia el estadio, donde un grupo de chicos y chicas vestidos con uniformes negros estaban concentrados en sus duelos.
"Sí, parece que la mayoría está usando Axe Raider para enfrentarse," dijo Araki, apoyando la barbilla en su mano. "¿Esta es la calidad de la academia de duelistas más antigua?"
"Lo que ves son solo los estudiantes de primer año, que acaban de ingresar," explicó Yi. "Los uniformes negros son de primer año, los blancos de segundo, y los dorados de tercer año."
"Entonces, ¿qué quieres que haga?" Araki levantó una ceja con curiosidad.
"Ve a buscar a un estudiante de segundo o tercer año para un duelo y gánalo," Yi indicó hacia el grupo abajo. "Solo así podremos llamar la atención de los profesores y convertirnos en estudiantes de esta escuela."
"Entendido. Básicamente, tengo que demostrar mi fuerza, ¿verdad?" Araki se levantó de su asiento y caminó hacia el grupo de estudiantes.
"Ah, antes de que se me olvide," dijo Yi, como si acabara de recordar algo importante, "en este mundo, los monstruos de duelo no son simples imágenes virtuales, ¡son verdaderos espíritus de duelo!"
"Si no tienes cuidado, podrías terminar muerto por las ondas de choque de la batalla."
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eso seria todo, deja algun comentario o no, en fin, solo traduzco para leer, pero no estaria de mas publicarlo para despues poder leerlo.