Eva~
Después del pequeño incidente con la reportera que parecía querer hundir sus colmillos en mi cuello, me sentí un poco más tranquila. En el momento en que la pregunta salió de su boca, quedó suspendida en el aire como una bigornia esperando caer sobre mi cabeza si no hacía algo rápidamente.
Lo único que quería era correr, pero cuando todas las miradas se posaron en mí, mi ansiedad se disparó. No había escapatoria. Había un tiempo en el que hablar en público había sido mi fuerte. Había sido instruida y entrenada para ser una chica que estaba destinada a heredar el trono. Algún día se suponía que sería Alfa.
Pero los años me habían cambiado y desviado mi camino. Aun así, cuando llegó el momento, logré canalizar a la princesa que una vez había sido y encontré mi lengua lo suficiente como para poner a la reportera en su lugar. Por mucho que me doliera admitirlo, la advertencia de Hades me había ayudado.