```
—Observé mientras el pájaro volaba alrededor. Algo en mí dolía al verlo. Libertad... Estaba cerca y, a la vez, tan lejos. Miré hacia abajo al nuevo teléfono que me habían dado. Los números que debería tener ya estaban añadidos. El de mi madre y el de mi padre. Sin embargo, a pesar de haber sido casada desde hace días, no había llegado ni un solo mensaje, ni una sola llamada de ellos.
Tragué con dificultad, la emoción obstruyendo mi garganta. Ya sabía que cualquier amor que alguna vez hubieran sentido por mí estaba muerto, pero aun así, anhelaba la voz de alguien familiar. Lo anhelaba como el oxígeno.
Tragué lo poco que quedaba de mi orgullo inexistente y pulsé el icono de llamada. Mi corazón retumbaba en mi pecho mientras empezaba el tono de marcado. Conté cada tono hasta el décimo.