—Nathan Lewis quiere llevarte al territorio de Moonglow. ¿Es su idea o la tuya?
Parpadeé mientras procesaba lo que Tyler estaba diciendo al mismo tiempo que intentaba captar cómo lo decía.
—Tyler, ¿estás borracho?
El licor podría afectar a los hombres lobo igual que a los humanos, pero se necesita mucho más para intoxicar a uno de los nuestros que a un humano. Me había quedado dormida hace solo una hora según el reloj de mi mesita de noche. ¿Acaso el pensamiento de que Nathan fuera mi acompañante fue suficiente para llevar a Tyler a la botella?
—Sí. ¿Le pediste que te llevara? ¿O él se ofreció?
Encendí la lámpara mientras me sentaba en la cama, haciéndome lo más cómoda posible contra el cabecero. Mi estómago se sentía más grande que nunca mientras las sábanas se amontonaban en mi cintura; me preguntaba cuándo comenzaría a ganar demasiado peso para caber en mi ropa.
Ninguno de esos Alphas me querría cuando estuviera gorda, ¿verdad?
—Yo pregunté. ¿Por qué estás bebiendo?