Fang Junxiang estaba a punto de actuar, pero ya era demasiado tarde.
En el escenario, la primera pieza de piedra en bruto que se iba a valorar era la elegida por Wang Ye.
Como Wang Ye había ganado la ronda anterior, estaba clasificado en primer lugar para esta ronda de valoración.
En ese momento, la atención de todos los presentes estaba centrada en esa piedra del tamaño de un puño.
—Tan solo una pequeña piedra desaliñada, ¿cuánto puede valer? ¿Ha perdido la cabeza Wang Ye?
—Sí, parecía bastante inteligente antes, ¿cómo pudo fallar en el momento crucial?
—Vaya, qué lástima, está acabado esta vez.
Entre los murmullos de la multitud, la máquina de corte en el escenario ya había abierto la piedra en bruto.
Se cortó una esquina de la piedra en bruto para crear una ventana, a través de la cual se podía ver el interior de la piedra.
Ante esa pequeña piedra, ninguno de los tres jueces estaba interesado en valorarla.