Aunque el Maestro Liu siempre había menospreciado a Li Mo, la insistencia persistente de Fang Junxiang y la mención de aquella piedra habían hecho que el Maestro Liu creyese que Wang Ye era, de hecho, alguien de quien precaverse.
De lo contrario, el plan que él y Fang Junxiang habían ideado podría ser saboteado por Wang Ye. Si el gran esquema se veía afectado, sería una mala noticia.
—Fang Junxiang, tú solo concéntrate en vigilar la Joyería de la Familia Fang. Yo me encargaré del resto. Cualquier movimiento que Wang Ye haga dentro de la Familia Fang, házmelo saber a tiempo —ordenó el Maestro Liu.
—Por supuesto, Maestro Liu, lo vigilaré de cerca —Fang Junxiang acordó rápidamente.
Con tal de que el Maestro Liu tomase este asunto en serio, eso era suficiente. El Maestro Liu sería capaz de pensar en formas de manejar el resto.
—Hmm, ¡puedes retirarte! —El Maestro Liu no retuvo a Fang Junxiang por más tiempo.