Daisy tuvo una conversación informal con el encargado del hotel después de terminar de desayunar, hablo de su preocupación por la seguridad y el encargado le recomendó una tienda para comprar armas.
Gastó 1. 100 dólares estadounidenses en dos Glock 18 y dos cajas de balas. Estas armas son fáciles de llevar, te puedes poner una en la cintura y esconder otra en la mochila.
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En los días siguientes Daisy averiguó sobre las leyendas e historias. Fue a bibliotecas y miró foros locales en busca de alguna pista sobre la Ciudad Subterránea Kree.
Después encontrar una pista fue a un cuartel policial de San Juan. Según ella, vio en Internet que una pareja perdió a su hija aquí hace 18 años y después de seguir las huellas intentó encontrar a los padres pensando que eran los de "ella".
En el cuartel revisaron el pasaporte que llevaba y se tomaron la molestia de buscarlos durante tres días.
Pero cualquier intento por buscar a los padres era solo un engaño, ella tenía que dar la impresión de que llegó a Puerto Rico sin ninguna intención sospechosa y la razón de visitar el cuartel policial es solo para dar una fachada en la búsqueda de sus "padres".
Mientras buscaba, encontró un mapa viejo de San Juan en la base de datos de la policía. Ella no es una maestra en cartografía, por lo que no vio nada extraño por encima, sin embargo usando su memoria y adivinando en algunas partes, encontró algunas anomalías.
Muchos años atrás, San Juan se llamó San Cristóbal y se construyó una gran fortaleza hecha por los españoles para tener control sobre el Caribe. Esto ayudó mucho en la resistencia contra las invasiones de los Holandeses, ingleses y Estadounidenses por un gran número de tiempo.
Concluyó que la Antigua Ciudad de los Kree se encuentra en algún lugar debajo de San Juan.
En este punto ya terminó con la mitad de la recopilación de información, ahora solo queda encontrar el lugar y bajar a la Ciudad Subterránea. Daisy pensó que S.H.I.E.L.D en estos casos usaría maquinaria grande de alta velocidad e Hydra llendo más allá usando un Taladron de Plasma.
Pero la pobre Daisy no tiene nada de esto, tampoco tiene ayudantes y ni siquiera una pala para cavar.
Podría ir a una tienda para comprar una pala, ¿pero cavar un hoyo como ladrón de tumbas ella misma y luego llegar a la Ciudad Subterránea como "El Fantasma que apaga las luces"? No importa por donde lo vea, no es una buena idea y para nada confiable.
[N/T: "El fantasma que apaga las luces" es un cuento, historia o película, la verdad no me acuerdo bien lo que es, pero por ai' anda"]
Además a ella no le conviene un método de excavación fuerte.
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Daisy fue a una biblioteca de San Juan y se sumergió en ella buscando varios documentos, debe admitir que cuando se siente bajo presión se motiva más. Su nivel de español también avanzó al revisar los documentos, aunque en ocasiones tropezaba mientras hablaba, leía y escribía, pero no fue un gran obstáculo.
Encontró una leyenda urbana en el Folklore local.
La leyenda dice que hay una torre de vigilancia en el lado Norte de la fortaleza hacia el mar y durante mucho tiempo nadie se atrevió a ir allí, porque más de diez soldados desaparecieron en ese lugar y según la leyenda, hay un demonio debajo de la torre.
Al leer la parte del demonio Daisy se asustó, ¿hay demonios en este universo? Claro que sí y Daisy lo sabe bien, pero no debería de haber uno aquí. Según los documentos, no se hallaron a los soldados vivos o muertos y si no hay cadáveres por ningún lado, significa que hay un pasadizo conectado a la Ciudad Subterránea Kree y la razón de no encontrar a los hombres perdidos fue porque no tenian la genética Inhumana, no pudieron salir y su regreso se volvió imposible.
Hay que decir que la extraña historia es una buena noticia para ella.
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Puerto Rico es muy caliente en el mes de agosto, la Ciudad de San Juan no es grande y sus calles son pequeñas. Daisy tampoco encontró la violencia que esperaba como balas volando por todos lados, los lugareños son pacíficos y venden sombrillas casualmente por la carretera, pero algunos artículos no resiven el cuidado necesario.
Daisy fue de compras y se preparó con cuerdas, dagas, barras luminosas y una linterna. Daisy recordó que la Ciudad tiene un campo magnético al rededor que puede apagar todo tipo de dispositivo eléctrico, pero aun así se llevó la linterna.
La linterna servirá hasta una determinada distancia, luego la puede tirar como objeto de un solo uso. También compró comida deshidratada y agua potable.
En la serie de TV tardaron menos de una hora en completar el viaje, pero es difícil saber el tiempo exacto en la vida real.
Después de todo, es una Ciudad bajo la tierra y sin importar cuanto lo piense, es obvio que tardará más a pie y por eso se está preparando con todo lo necesario.
Daisy recordó la dolorosa vida en el entrenamiento militar, por eso compró un paquete grande de toallas sanitarias que se pueden usar como plantillas para los pies y ahora ella también las necesita (no en sus pies).
[N/T: No me sabia ese truquito, pero si el hermano chino lo dice es porque a de ser verdad :)]
Los mapas de San Juan no le sirven en la Ciudad Subterránea, pero aun así hizo uno a mano y se lo llevó dejando su libreta y celular en el hotel. Daisy se vistió con una camisa beige por arriba de la camisola, se arremango las mangas, se puso Jeans, unas zapatillas de deporte, un reloj mecánico en su muñeca y una chaqueta en su mochila.
Este atuendo le pareció muy atractivo.
Sin embargo estimó que haría mucho frío y también que habrá mucha suciedad en la Ciudad Subterránea, por lo que no estaría de más el prepararse mas.
Después de comer y beber lo que pudo en esa misma tarde soleada, con el obelisco en la "mano" y todo lo demás listo, se dirigió a la torre donde se dice que hay un demonio.
No tiene habilidades para bloquear la detención sin importar si es día o noche y si alguien la sigue durante cualquier hora, es posible que la reconozcan.
Por eso tomó rápidamente una pequeña carretera y llegó a la torre de vigilancia que lleva mucho tiempo abandonada y sin nadie que le importe, ni siquiera tiene una puerta decente, el interior está lleno de polvo y hace mucho frío, por esto Daisy se puso rápidamente la chaqueta en su mochila.
Luego se concentró en buscar.
No mucho después encontró una puerta en el suelo lleno de maleza, Daisy bajó lentamente los escalones de piedra y llevó una de las pistolas a su mano.
Se encontró con una bodega, antes los soldados no estaban dispuestos a aburrirse, por eso cavaban hojos y metían alcohol ahí. Daisy golpeó el piso, las paredes y finalmente encontró un agujero profundo debajo de la pared oeste.
El último guardia debió tapar la entrada, pero lo hizo tan mal, que bastó con que Daisy medio tocará para que se abriera.
Daisy ha visto algunas novelas con saqueos de tumbas, no se metió de un solo y se quedó esperando un rato afuera. Luego extendió su mano y sintió una pequeña brisa fresca entre sus dedos.
Su largo cabello está atado en una cola de caballo y su linterna está pegada en un sombrero de minero, se lo puso y y siguió el camino con cuidado.
El pasaje fue construido por los guardias de la torre en aquel entonces y no es difícil adivinar que lo hicieron pensando que había un tesoro por el agujero que encontraron.
[N/T: Los soldados de ese tiempo querían beber y quisieron hacer un hoyo para meter el alcohol, pero terminaron topandose con el pasaje que lleva a la Ciudad Subterránea, se metieron en busca de tesoros y el último no cerró bien.... Al final ninguno volvió]
El pasaje es muy estrecho y Daisy tuvo que gatear en esa misma posición poco común por una hora, en otras palabras.
¡Ya está cansada!
Sobrevivir en la naturaleza no es nada fácil para un "número" de mujeres, y ella debió comprar un chaleco deportivo para esta ocasión en lugar de llevar su sujetador de siempre y que ahora le está dificultando gatear.
El cansancio que siente Daisy está más allá de las palabras. Afortunadamente el pasaje no era largo y tras pasar una pendiente su visión se abrió de repente.
Frente a ella apareció una pendiente que desciende suavemente y es profundo.
En ese momento la linterna se apagó como Daisy esperaba, a la vez también supo que había llegado al borde de la Ciudad Subterránea.
Daisy sintió miedo, pero también un poco de felicidad.
Cuando quiso tomar una barra luminosa, agarró por error el obelisco y antes que era liso y sencillo como un espejo, ahora tiene muchas rayas anaranjadas pintadas en la superficie que brillan.
Daisy que estudió el mapa de San Juan por unos días, reconoció las rayas del obelisco como algún tipo de mapa pintado en él y que culminan en un solo punto, que es su destino.
El obelisco sigue brillando y se encuentra enviando señales a Daisy para que lo siga.
El sentimiento es extraño, pero con la poca luz liberada por el obelisco puede ver con claridad su entorno. No muy lejos de ella estaban siete u ocho cuerpos tirados en el suelo, fueron "atacados" en el momento que llegaron al borde de la ciudad y finalmente murieron.
En su radio de visión Daisy también pudo ver otros huesos y viendo la ropa se trataban de soldados españoles, indígenas y algunos eran huesos de animales pequeños.
Daisy emprendió una vez más su travesía después de mirar las rayas anaranjadas sobre el obelisco que le van indicando el camino, de alguna manera este se volvió su guía.