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Chapter 84 - Bajo la tutela del hijo de diablo.

-Ver tu cara me provoca un malestar terrible- le dijo Kyl al recién llegado Redhand.

Habían llegado luego de 2 días a vuelo de Zeppelin.

Los sentimientos encontrados de ambos grupos terminaron siendo silencios incomodos y miradas tímidas.

Mork miró a Zeraki, por alguna extraña razón, más bien por una razón con nombre, Azgresh, su antigua pareja no hacía tambalear su acongojado corazón, era al fin, libre.

Pero Zeraki si tuvo la necesidad de hablar con Mork, luego de mirar de reojo a Kalair Zad, esa mujer era quien había forjado a Redhand en la Tierra, era una humana como él, y hermosa, incluso entre las humanas. De alguna forma valoró más los sentimientos de Red por sí misma, si se había enamorado de ella, y había olvidado a una mujer, humana, y hermosa, realmente era un sentimiento muy grande, uno que debía cuidar como hasta entonces estaba haciendo. Sin embargo, algo cambiaba dentro de ella, la no muerte la hacía ser más apática, más fría, sus pensamientos a menudo se volvían oscuros y tétricos, muchas de las soluciones que se le ocurrían ahora, no eran un combate honorable, sino una violenta masacre. Sintió eso, que debía de masacrar a Kalair Zad, trato entonces de apartar ese pensamiento de su mente.

-me alegra verte sonreír Mork- le dijo Zera poniendo su mano en el hombro del enorme medio orco;- espero sientas lo mismo al verme-.

-No puedo creer…- pensó un momento que decir;- qué demonios hizo Redhand contigo-.

-te refieres a mi estado de muerta viva, soy más fuerte, más poderosa, soy imparable, y estoy aquí, en Xera, con quienes quiero, junto a Red, junto a ti, y ahora puedo defenderme de monstruos como Fenrar, hacer cara a Gar'Dal incluso-.

Mork guardó silencio, se alegraba de verla, pero no era la misma, no solo en apariencia, se había tornado oscura, como la magia que la mantenía en pie.

Kalair se le acercó entonces a Zeraki, la miró a los ojos, aunque Zera tenía aquella luz fantasmagórica por delante de ellos, impidiéndole a Zad ver lo que eran unos bellos ojos verdes, los que Redhand le había relatado aquella noche junto al fuego.

-Hiciste de Redhand un hombre bueno- le dijo Zad finalmente;- debo agradecerte de hacer de Orion algo más que una máquina de matar-.

-Es triste que veas así a Redhand, después, de que salvó el mundo en que vivías porque tú vivías en él-.

Kalair quedo un tanto pasmada, sí, él sacrifico su vida por salvarla y ella le pago suicidándose, lo siguió a Xera y ahí cambio fácilmente sus sentimientos por Zaharzim, pero él también lo hizo, ¿o no?

Se dieron muchos momentos incomodos, pero Redhand estuvo frente a frente con Zul'Kyl, en estos momentos necesitaba volverse más fuerte y si debía aliarse con ese robot que parecía tener más sed de sangre que él mismo, lo haría, debía vencer a Gar'Dal, obligarlo a arreglar el estado en que Zeraki estaba, antes de que esa oscuridad que la estaba gobernando de a poco, la absorbiera completamente.

-Redhand- comenzó Kyl;- hay una técnica que multiplicara tu fuerza a niveles que no te imaginas, pero tienes que estar dispuesto a dejar atrás tú ser-.

-¿a qué te refieres?- le preguntó duramente, mostrando una fortaleza que tal vez no tenía en estos momentos, dejar de ser lo que era, acaso eso no lo alejaría de quienes quería;- mientras mi corazón quiera a quienes quiero y mi mente piense como ahora pienso, dejaré a tras este cascaron-.

-lo entiendes bien muchacho-.

-créeme Kyl que yo no nací para tener el pelo blanco, ni mi estatura, ni mi fuerza ni mis ojos, cuando despertó mi magia, mi cuerpo se volvió quién soy ahora, te refieres a eso ¿no?, la metamorfosis-.

-sí, eres listo, pero una vez te transformes en lo que te voy a enseñar no habrá vuelta atrás, dejaras de ser humano, serás como tu novia, un orco, o al menos algo parecido,10 veces más fuerte que ahora, y podrás usar técnicas impensables…Gar'Dal es un demonio deforme, pero oculta su metamorfosis con su magia, el no cambia de ser ese niño enclenque a un monstruo, es al revés, pero tú no eres ni brujo ni mago, será entonces tu cambio, un estado permanente-.

-¿un orco?- la idea no le pareció desagradable, pues solo necesitaba ser atractivo para Zeraki.

***

-Si necesitas eso para ser más fuerte, y ser más fuerte es algo que necesitas- le dijo Zeraki a Red;-no te detendré, te amé siendo un humano, te amaré si eres un orco, además- le dio un golpecito en el brazo;- serás uno muy guapo-.

Morkhal escuchó eso desde atrás de una viga, y se sintió un tanto aliviado de que no perdió a Zeraki por ser un orco poco estético, "ganaste el amor de alguien increíble, Red, cuídala", pensó un momento.

De pronto apareció Azgresh.

-era una incorrupta- dijo mirando a Zeraki;- aquellos orcos cuyos padres no bebieron sangre del señor demonio Turus, mantuvieron su piel marrón, los verdes no pudimos tener ese privilegio, somos débiles ante los demonios, ¿le sigues queriendo?-.

-cómo quise a alguien a quien acompañé por 10 años, pero, ahora me interesa alguien más-.

-tendrás la confianza de decirme quién- le sonrió dándole un codazo.

-no te das cuenta Azgresh, que eres tú-.

Azgresh se heló un momento, lentamente giró su vista a Morkhal, era un orco de Xera, pero por encima de las diferencias entre ellos, era un gran guerrero, y este tiempo se había vuelto un maestro elemental, ¿pero? ¿Le correspondía?

-por favor dime algo- rio Mork con algo de miedo de haber metido la pata.

-te quiero de esa forma, si es lo que preguntas, pero no hay tiempo, una vez hagamos caer a Gar'Dal y al Culto, lo hablaremos de nuevo-.

-me parece perfecto- respondió al menos sabiendo que el sentimiento era mutuo, además tenía razón, era una distracción de la cual no se podían dar el lujo de tener.