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Reencarnado en Vinland Saga

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Synopsis
Reencarne en Vinland Saga uno de los peores mundos en los que cualquier personas podría reencarnar
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Chapter 1 - Estoy en Vinland Saga Carajo

La historia comienza conmigo atrapado en un espacio extraño, un lugar donde los límites entre universos y multiversos ficticios se desdibujan. La realidad misma parecía distorsionada, como si el espacio y el tiempo se fundieran en una amalgama incomprensible y caótica. Incontables mundos flotaban a mi alrededor, como fragmentos perdidos de un rompecabezas cósmico, en constante cambio y evolución. No había sentido de dirección ni de permanencia, solo una sensación abrumadora de estar suspendido en la nada.

De repente, una voz resonó en mi mente. No podía identificar su origen, como si viniera de todas partes y de ninguna al mismo tiempo, envolviéndome en un manto de misterio y autoridad. La voz era profunda, imponente, pero también clara y serena, como un eco ancestral que parecía comprender todo lo que jamás había sido o sería.

"Bienvenido", dijo la voz, sus palabras llenas de una extraña calma. "Lo lamento, pero tu estadía será muy breve. Te informo que serás enviado a tu historia favorita. Adiós, que tengas suerte."

Estas palabras golpearon mi mente como un trueno, y un estremecimiento recorrió mi cuerpo, como si me hubieran arrojado al vacío. Estaba demasiado atónito para comprender, demasiado confundido para reaccionar. Antes de que pudiera asimilar lo que acababa de suceder, un golpe inesperado me hizo reaccionar: una nalgada que me arrancó un llanto involuntario. Mi cuerpo, aún sin entender lo que sucedía, comenzó a sentir el peso de la vida que acababa de comenzar.

Al abrir los ojos, me di cuenta de que ya no estaba en ese espacio distorsionado. Mi entorno había cambiado por completo. Ahora me encontraba en una pequeña choza, sencilla pero acogedora, construida de madera rústica y con un techo de paja. El aire era denso, impregnado con el olor a tierra y madera. Las paredes eran grises y ásperas, y no había ventanas, solo una pequeña puerta de madera que se abría hacia un paisaje vasto y desconocido. Todo estaba en silencio, como si el tiempo mismo se hubiera detenido.

Pocos segundos después, la puerta se abrió con un crujido, y una figura imponente entró. Mi corazón se detuvo por un momento al reconocerla. Era él. Thors, el legendario guerrero vikingo de la serie Vinland Saga. Mi respiración se cortó, incapaz de creer lo que mis ojos veían. Estaba allí, en carne y hueso, el hombre cuya fuerza y valentía eran conocidas por todos en su mundo.

"No puede ser...", pensé, casi sin voz, mientras mi mente procesaba la realidad de estar en su presencia. Estoy en el mundo de Vinland Saga. Un lugar brutal, donde solo los más fuertes sobreviven, y donde la violencia y la supervivencia son leyes naturales.

Mi mente empezó a girar, buscando respuestas y formas de entender lo que estaba sucediendo. Este mundo... es muy jodido. Era un mundo plagado de luchas interminables, donde solo los guerreros más poderosos conseguían algo de paz. "O tal vez no es solo cuestión de fuerza... Tal vez es cuestión de suerte", me dije, mientras mi mente trataba de encontrar un atisbo de esperanza.

Pero entonces, una revelación me golpeó con fuerza: Soy hijo de Thors. El guerrero más fuerte de todos. Y eso, en lugar de darme consuelo, solo aumentaba la presión sobre mis hombros. No solo tendría que sobrevivir en este mundo salvaje, sino que, por ser su hijo, todos esperarían lo imposible de mí. Tendría que entrenar sin descanso, hasta desplomarme de agotamiento, solo para mantenerme a la altura de la leyenda de mi padre.

Pensé en lo que me había dicho la voz extraña. ¿Habrá alguna habilidad que me haya dado? ¿Algún poder que me permita sobrevivir? Sin ella, seguramente no duraría mucho en este entorno tan despiadado.

Al parecer, soy el segundo hijo de Thors, y todavía faltan varios años para que Thorfinn, el protagonista de la serie, nazca. Tengo una hermana que es un poco mayor que yo, y parece que, en este momento, mi padre ya ha huido de los Jomsvikingos para llevar una vida más tranquila, o al menos eso es lo que parece.

En el momento de mi nacimiento, Thors experimentó una visión extraña sobre mí, una que lo dejó pensativo y preocupado. En su visión, vio algo más allá de lo que cualquier padre podría esperar de su hijo. Vio a alguien que superaría su fuerza, que alcanzaría niveles de poder que él mismo había alcanzado, pero lo más impresionante de todo fue que vio en mí la capacidad de trascender su propia filosofía, la creencia que había guiado toda su vida: "Nadie tiene enemigos."

Él vio en mí a alguien que no solo desafiaría ese principio, sino que lo llevaría a un nivel más alto. Alguien que cambiaría el concepto mismo de lo que significaba ser fuerte. Y lo que más le impresionó fue que, no solo sería un guerrero formidable, sino alguien con el corazón y la mente para entender que la verdadera fuerza no residía en la espada, sino en la capacidad de compadecerse y empatizar con los demás.

Thors me vio como el portador de su legado, pero también vio en mí la oportunidad de transformar ese legado en algo mucho más grande, más allá de lo que él mismo había imaginado. En su mirada había un brillo de orgullo, de esperanza, y, sobre todo, de certeza: Este niño será alguien especial. Y con esa mirada, mi destino quedó marcado, y su sonrisa confirmó que, en su corazón, creía que el futuro estaba en manos de alguien que cambiaría el curso de la historia.

Mi padre, Thors, me nombró Odinsor Kristi, un nombre que simboliza mi destino. "Odinsor", por mi conexión con los dioses y la fuerza, en referencia a Thor, y "Kristi", por la influencia de una religión que le había cautivado en su vida. Los ideales cristianos de compasión y sacrificio resonaban profundamente en él, y veía en mí a alguien que llevaría esos ideales a su máxima expresión. De hecho, el nombre Kristi no solo estaba inspirado por la figura de Cristo, el Salvador y redentor de todos, sino que también simbolizaba el poder de la redención, la capacidad de perdonar y la fuerza de un amor incondicional que podría transformar el mundo. Para Thors, el cristianismo representaba una esperanza única, y aunque él no era un hombre religioso, sentía que esos ideales que llegó a oír de lejos, podrían inspirarme a alcanzar mi máximo potencial.

Así comenzó mi viaje en este mundo antiguo y brutal, con el peso de una vida pasada y una misión mucho más grande que la supervivencia. Ahora, con el nombre de Odinsor Kristi, debía demostrar que la verdadera fuerza no se encuentra en la espada, sino en la voluntad de cambiar el mundo, incluso si eso significa desafiar la misma naturaleza de la violencia que lo gobernaba.

Y, sin embargo, sabía que mi desafío no solo consistiría en sobrevivir, sino en dejar una huella duradera en la historia, algo que mi padre nunca pudo alcanzar. Un destino que trascendería el tiempo y mi leyenda sería recordada en el futuro marcaría los libros de historia.