—¡Dejadme ocuparme de la Marioneta Elefante Gigante! —Justo cuando Lin Ze estaba levantándose lentamente, preparándose para desenvainar su espada y destruir la Marioneta Elefante Gigante, una figura apareció en la montaña.
Esta persona vestía ropas azules, despreocupada y libre, con una fuerza que parecía incluso mayor que la de Lin Ze.
—¡Hermano Qi! —Al ver a esta persona, Lin Ze exclamó con alegría—. ¿Será posible que hayas encontrado la Secta Moon Hua?
El hombre de azul mostró una sonrisa amarga y dijo:
—Los encontré, no solo a la Secta Moon Hua, sino que las otras Sectas también han aparecido una tras otra.
—¿Qué situación? ¿No decías que estas Sectas del Mundo Oculto son muy secretas y difíciles de encontrar? —Lin Ze preguntó, confundido.
El hombre de azul estaba canalizando su Esencia Verdadera, preparándose para luchar contra la Marioneta Elefante Gigante, pero aún podía hablar sin problema.