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—¡Ling Xiao! —Ming Tian sintió una inmensa rabia en su corazón.
Originalmente, él solo podría haber luchado contra los once genios restantes con su fuerza, imponiéndose completamente ante los demás.
—¡Podría haber logrado una victoria perfecta!
Sin embargo, emergió este anómalo, Ling Xiao.
No solo no fue aplastado por él, sino que incluso hirió a Ming Tian, dejando una sangrienta herida en su cuello.
—¡Eso no era solo una herida, era una deshonra! —desde que comenzó a practicar artes marciales, nunca había perdido ante ningún artista marcial del mismo reino; incluso retar a aquellos de un reino superior se había vuelto una rutina para él.
Tras convertirse en un verdadero discípulo del Maestro Baiyun, ascendió instantáneamente a ser el líder de la generación joven, un verdadero genio supremo.
Pensó que Zuo Leng sería su único rival, que con solo suprimir firmemente a Zuo Leng, sería el número uno de su generación.
Pero la aparición de Ling Xiao lo condujo a la locura.
