En este momento, Ling Xiao, aunque consciente de la ubicación del escuadrón de Murong Shao, estaba completamente ajeno a su siniestro complot.
Su enfoque estaba totalmente en el jefe del Clan de Ojos Verdes frente a él.
—¡Muere! —El jefe del Clan de Ojos Verdes lanzó un ataque.
Pero su objetivo no era el gravemente herido Shi Lei.
Ni tampoco Ling Yixue, que estaba pálida en el rostro.
—¡Era Ling Xiao! ¡él odiaba a Ling Xiao hasta la médula! —Fue este mocoso quien destruyó su Fábrica de Píldoras Fantasía y quien, en la reciente batalla, lo había herido significativamente.
El jefe del Clan de Ojos Verdes, habiendo convocado al Alma Remanente del Dios del Trueno, era más rápido que Ling Xiao.
Por lo tanto, que Ling Xiao intentara esquivar su ataque confiando en su superior técnica de movimiento corporal no era nada más que un sueño imposible.
Afortunadamente, esa no era la intención de Ling Xiao en absoluto.
