—Mi señor no guarda enemistad con su Clan Li, y no estoy aquí hoy para masacrarlos. En cambio, ¡les ofrezco la oportunidad de vivir! —El joven soltó una risa fría, luego lanzó casualmente una carta.
El Jefe del Clan Li, Li Yunsheng, abrió la carta, y después de leerla, su rostro repentinamente cambió de forma dramática.
—¡Arrogante! ¿Un mero Clan Ninja se atreve a hablar de engullir nuestra Dinastía Sagrada Humana? ¡Sueñen! —Li Yunsheng gritó enfadado.