Ling Xiao no tenía interés en los asuntos triviales de las familias ajenas, pero aún así sentía un poco de alegría en su corazón.
En el pasado, cuando era un mendigo, Ling Yu lo molestaba simplemente porque no tenía ni dinero ni influencia.
Más tarde, cuando se unió a la Familia Ling, Ling Yu lo abandonó, también porque no tenía dinero y no podía permitirse comprar las numerosas píldoras necesarias para fortalecer su fuerza.
Pero hoy, tenía una fortuna en sus manos y podía ir al Salón de Farmacia a comprar lo que quisiera. ¿Qué sentiría Ling Yu si se enterara de esto?
—Tío Maestro, por favor, dame una Píldora Protectora del Corazón, una Píldora Protectora del Vaso, una Píldora de Avance, y además, ¡diez Píldoras de Acumulación de Qi!
La mayoría de las personas en el Salón de Farmacia eran ancianos, y el que estaba detrás del mostrador era, por antigüedad, el Tío Maestro de Ling Xiao.
—Oh, ¿no es este Ling Xiao? Ya he preparado los restos de medicina de hoy para ti.
