La conversación de Zhang Menglong con aquellos empresarios ricos había atraído a bastantes espectadores, pero debido a la barrera del idioma y cierta distancia, los curiosos no podían entender exactamente qué se había dicho.
Sin embargo, dada su partida apresurada y avergonzada, algunas personas se preguntaron si también habían sufrido a manos de Zhang Menglong.
—¡Ahora recuerdo, es ese tipo de Huaxia llamado Zhang Menglong! —finalmente, alguien reconoció a Zhang Menglong.
—¿Es ese mismo tipo de Huaxia que casi colapsa la economía del País Qingqiu? ¡Parece tan joven!
—¡Jajaja, todavía recuerdo esa canción, 'Así, cocido al vapor por ti!'.
—Amigo, te equivocas, es '¡Solo con la luz del sol, me conquistaste!'.
—No no no, es '¡Justo esta dama, conquistada por ti!'.
...
Al confirmar la identidad de Zhang Menglong, no parecía tan descabellado que pudiera adquirir un destructor y desconcertar a los más ricos del mundo, haciendo que se fueran cabizbajos.
