—¿Cómo llegaste tan rápido? —Los dos caminaban de la mano por las calles de Ciudad de Gusu.
—Claro, tenía que hacerlo. Un hombre debe ser rápido cuando es momento de serlo, ¿para qué tengo mi jet privado si no? —dijo Zhang Menglong, exagerando.
—¡Pah! Tú pillo, ¡no empieces otra vez! —Lu Yiyao lo miró fijamente—. ¿Cómo supiste lo que pasó aquí? ¿Te lo dijeron Qian Qian y los demás?
—Es telepatía —bromeó Zhang Menglong—. En el momento en que estás en peligro, lo sé de inmediato. De lo contrario, ¿cómo crees que llegué tan rápido? ¿Por qué no me dijiste cuando pasó algo así?
—¿No es porque no quería preocuparte?
—¿Así que si no me lo dices, no me preocuparé? —dijo Zhang Menglong—. ¿Y si te hubieras lastimado? ¿Dónde encontraría a otra Lu Yiyao?
—No habrá otra Lu Yiyao, pero hay un montón de celebridades de internet, estrellas e incluso realeza y nobleza europea, ¿verdad? —Lu Yiyao dijo sonriendo.
