—Señor Gu, su remuneración cinematográfica ha sido depositada en la cuenta de su estudio. Ya he pagado los impuestos en su nombre, por favor confirme si hay algún problema —dijo Zhang Menglong con aire casual, como si no se tratase de cien millones sino de un solo yuan.
—Señor Zhang, ¿hay algún error? —No era que Gu Tianluo se subestimara, pero la remuneración era aterradora. Después de haber estado tanto tiempo en el negocio de la actuación, como máximo solo había recibido unos pocos millones en remuneración.
Para alguien que invierte todos sus ingresos en educación y causas benéficas, esta cantidad de dinero era sin duda astronómica.
Además, hasta este punto, ¿algún actor en Huaxia había recibido alguna vez una remuneración de esta magnitud, no es cierto?